Uno de los mensajes más repetidos en las redes sociales dese hace unas semanas es “¡Madrid, resiste!”. Esta comunidad es, sin duda, la que más está sufriendo los azotes del COVID. En primer lugar, por ser la capital de España, lo que la convierte en la ciudad más poblada, y centro de llegada de la mayor parte de turistas internacionales e inversión extranjera. En segundo lugar, porque, pese al repunte del consumo en el último trimestre, las restricciones y limitaciones a las que han obligado la pandemia han tocado de lleno a los bolsillos. Y eso se nota.
El cóctel molotov que ha supuesto la caída de la demanda interna y externa desde que la irrupción del COVID diese la puntilla a una economía, la española, que ya venía mostrando signos evidentes de agotamiento el pasado 2019, se ha trasladado ya a las operaciones empresariales. Según el último Radar Empresarial de Ampliaciones de Capital elaborado por axesor, en lo que va de año, las compañías y negocios madrileños han reducido capital por importe de casi 5.400 millones de euros y, aunque si bien es cierto que la cifra es un 49% menor que la del mismo periodo del año pasado (10.392 millones de euros), lo relevante es que las ampliaciones de capital apenas alcanzaron los 5.045 millones de euros, un 35% menos que entre enero y septiembre de 2019, cuando el volumen de las inversiones fue de más de 7.805 millones de euros.