Escenario idílico. Quizá esta sea la traducción libre más fiel a uno de los términos más utilizados en la jerga financiera durante los últimos meses: goldilocks. Y no se trata precisamente de un término complejo en su versión inglesa, sino todo lo contrario. De hecho, es pura fantasía: ‘ricitos de oro’.
En el famoso cuento, la niña entra en la casa de una familia de osos cuando estos han salido y siempre encuentra lo que mejor le va: la sopa a la temperatura adecuada, ni muy fría ni muy caliente; la silla a la altura ideal para ella, ni muy alta ni muy baja; la cama que mejor se le ajusta, ni muy dura ni muy blanda.
Los mercados también viven ahora su particular momento ‘ricitos de oro’, con crecimiento económico mundial sincronizado y bolsas en máximos, un escenario idílico con todo a favor. Y, aunque a principios de febrero han tenido el primer susto, con una semana de bruscos descensos, la calma ha vuelto a la ‘casa’ y los inversores han vuelto a tumbarse plácidamente. ¿Qué osos podrían llegar y darles un buen susto?