Hace tiempo que la economía española da signos de mejoría y así lo evidencia el indicador de probabilidad de impago del sector empresarial, elaborado por nuestro Departamento de Riesgos. Este indicador se situó al cierre de 2014 en el 11,23%, lo que supone una mejora de más de tres puntos porcentuales respecto a la situación en diciembre de 2013, cuando la tasa media era del 14,51%; en 12 meses el descenso de la probabilidad media de impago es del 22,6%. La estadística determina la probabilidad de impago frente a cualquier acreedor, sea bancario o de otro tipo, y se ha realizado a partir de una base de más de 300.000 empresas privadas con información financiera de calidad y actualizada, que son representativas del tejido empresarial español. Este indicador se combina con otros, como la tímida mejora del desempleo, el fuerte descenso de los procesos concursales, la progresiva recuperación del mercado inmobiliario en algunas zonas y la reapertura del crédito bancario a empresas. A expensas de cómo evolucione un marco político que actualmente es de una gran incertidumbre, los datos apuntan a que, esta vez sí, los peores momentos para la economía española empiezan a quedar atrás. Pero eso no debe servir para bajar la guardia: si hay algo que ha quedado claro con esta crisis es que la gestión profesional e integral del riesgo empresarial y, más particularmente del riesgo de crédito debe formar parte imprescindible de la gestión corporativa.