Cada día que pasa la economía española exhibe nuevas evidencias de que se está recuperando de la postración sufrida en los últimos cinco años. En las últimas semanas estamos asistiendo a acontecimientos muy positivos que alientan la sensación de que España se adentra en un nuevo ciclo ascendente.
El Gobierno ha elevado las previsiones de crecimiento del PIB para este año hasta un 1%, una tasa que resulta moderada frente a algunas casas de análisis que apuntan crecimientos superiores. El propio Banco de España pronostica que el PIB aumentara este año un 1,2%, dejando así definitivamente atrás la recesión, e incluso a nivel interno en el Ministerio de Economía acarician la posibilidad de que el año cierre con un crecimiento del PIB del 1,5%, en un contexto en el que el mercado laboral también ofrece señales esperanzadoras.