
“La escisión de Grecia del euro puede ser incluso más positiva que su dilución en la Unión Europea a medio plazo”. La frase es de esta misma semana de uno de esos gestores con boato que nunca se dejan ver pero que como ha cambiado de escudería está como Fernando Alonso socializándose y tiene que defender los parabienes de su McLaren. Pero lo que verdaderamente me llama la atención es que tratándose de uno de los popes de la gestión europea comentaba que él hace la siguiente pregunta a quien cree que conoce el mercado con profundidad. “¿Después de todo lo que estamos viviendo con Grecia qué compañías helenas conoces? Sin respuesta en algunos casos, los que más idea tienen las cuentan con los dedos de la mano. Conclusión: Grecia no sería nunca España o Italia. Cualquier gestor de medio pelaje se conoce cuarenta o cincuenta compañías de estos países, y no estamos hablando solo de sus nombres. Se las conocen al dedillo”.