Tras la primera investidura fallida de la democracia, la madeja del panorama político español sigue sin desenredarse. Sobre el horizonte empieza a perfilarse la posibilidad de la celebración de unas nuevas elecciones generales, con el 26 de junio como fecha más probable. Pero mientras la política española sigue en estado de interinidad, la actividad económica aguanta el tirón y sigue marcando hitos. Los últimos datos recogidos por nuestro Gabinete de Estudios Económicos revelan que los concursos de acreedores llevan 28 meses consecutivos de caída en la comparativa interanual, después de que en febrero se registraran 443 nuevos procesos, un 15,6% menos que en el mismo mes del año anterior. Entre enero y febrero se han iniciado 724 concursos de acreedores, lo que supone un 21,7% menos que en el mismo periodo de 2015. A estos buenos datos de la estadística concursal se suma otro resultado igual de sorprendente, que es el de la iniciativa empresarial: en el mes de febrero se dieron de alta 10.788 empresas (un incremento del 26,7% en la comparativa con febrero de 2015); hay que remontarse a abril de 2008 para encontrar otro mes donde se hayan creado más de 10.000 sociedades. A continuación, vamos a analizar con detalle esa efervescente actividad emprendedora, que llega en uno de los momentos de mayor incertidumbre política de los últimos 30 años.