¿Recuerda usted qué hizo el 9 de junio de 2012? Le damos una pista: era sábado. ¿Aún así no se acuerda? Creemos que a mucha gente le pasaría lo mismo que a usted si se lo preguntáramos. Pero hay alguien que, a buen seguro, tiene en la memoria todos los detalles de esa jornada: se trata de Luis de Guindos, entonces ministro de Economía. Aquel 9 de junio fue quien, en nombre de España, pidió a la Unión Europea (UE) hasta 100.000 millones de euros para el rescate bancario.
La crisis económica mundial que había irrumpido en 2008 con la caída de Lehman Brothers tuvo características especiales en España: estalló la burbuja inmobiliaria que se había ido hinchando durante décadas; la banca se sumió en una crisis debido a los agujeros que dejó en sus cuentas aquel estallido, ésta tuvo que ser rescatada y el desempleo se desbocó, generando además una alarma social sin precedentes a la vez que el ciudadano de a pie se familiarizaba con el término prima de riesgo mientras esta trepaba y acaparaba portadas.