Mario Draghi está a punto de cumplir cinco años al frente del Banco Central Europeo (BCE). Desde que sustituyó al francés Jean-Claude Trichet en la presidencia de la institución monetaria en noviembre de 2011, el banquero italiano ha llegado más lejos con la estrategia ‘anticrisis’ que está ejecutando de lo que nadie –ni él mismo, posiblemente- podía imaginar.
La secuencia, desde luego, impresiona. Ha conducido a los tipos de interés hasta el infinito y un poco más allá, puesto que el precio oficial del dinero se encuentra en el 0%, cuando lo heredó al 1,5%, y puesto que los tipos de la facilidad de depósito llevan en terreno negativo desde junio de 2014, con lo que los bancos pagan un peaje al BCE por llevarle de vuelta su dinero ocioso. Ahora, esa penalización es del -0,40%.