![Un cambio sustancial en el sentimiento económico mundial](/images/default-source/imagenes-blogaxesor/2015-10-23-cambio_sustancial_sentimiento_economico.png)
Hacia el mes de junio de este año, la Bolsa de Shanghai comenzaba a desplomarse. Los parqués bursátiles chinos llevaban subiendo durante varios trimestres a un ritmo frenético, alcanzando revalorizaciones superiores al 100% en menos de un año. Precisamente y en gran medida, esos excesos alcistas propiciaron los desplomes posteriores. Las reversiones de muchos cambios regulatorios que habían facilitado la inversión en meses anteriores, favoreciendo la entrada de inversores poco formados, también fue decisiva para desatar violentas oleadas de ventas.
Y por supuesto, también existía una explicación puramente económica: los datos macroeconómicos del Gigante Asiático llevaban varios meses empeorando, realidad que se iba haciendo más visible día a día, haciéndose más profundos los desequilibrios que China había venido acumulando durante las últimas décadas de fortísimo crecimiento. Sobrevaloraciones, cambios regulatorios y preocupaciones económicas formaban un coctel explosivo.