El panorama económico de España es notoriamente distinto del que había hace 12 meses. Las previsiones son ahora significativamente positivas, el FMI, la OCDE y la UE coinciden en que nuestro PIB experimentará un crecimiento del 1,7% en 2015. En los mercados, este nuevo rumbo hacia la normalización tiene su reflejo en la reducción de la prima de riesgo, que en un año ha pasado de 235 a 110 puntos básicos. Un escenario prometedor, a expensas, eso sí, de que la súbita crisis del petróleo y Rusia no terminen por traer una nueva oleada de pánico que desestabilice la economía mundial. España mejora, si bien lo que no ha cambiado demasiado es el tipo de empresas que se crean. Nuestro Gabinete de Estudios ha analizado la actividad emprendedora y el resultado es que las empresas de comercio y distribución y las del sector constructor lideraban la creación de empresas en 2009, el punto más bajo de la crisis en lo que se refiere a la iniciativa emprendedora, y siguen haciéndolo ahora.