Los sectores de construcción e inmobiliario siguen teniendo un papel determinante en la economía española, a pesar del batacazo sufrido por el ladrillo. El 35% de las empresas que se declaran en España en concurso de acreedores pertenecen a este sector, según los datos recopilados por nuestro Gabinete de Estudios Económicos. Pero, curiosamente, cuatro de cada diez nuevas empresas pertenecen también a esta actividad. Pues bien, algo similar ocurre con las ampliaciones de capital. El 43,3% del capital captado por la economía real tiene como destino los sectores de la construcción e inmobiliario. En lo que va de año la suma asciende a 11.099,9 millones de euros. Esta cifra implica, no obstante, que de un año para otro, el volumen de las ampliaciones ha descendido en unos 1.850 millones de euros. Sin embargo, el peso relativo sigue siendo muy relevante, sobre todo si se compara con el que había durante el periodo 1999-2002, cuando el peso del sector construcción-inmobiliario era del 22,7%. Ahora, este macro-sector lleva nueve años seguidos representando más del 40% de las ampliaciones de capital acometidas en la llamada economía real, es decir, excluidos el sector de actividades financieras y de seguros. Desde nuestro Gabinete de Estudios, consideramos que el peso del ladrillo es “excesivo” en el conjunto de ampliaciones de la economía real y que debería corregirse.