La guerra comercial de Donald Trump, el culebrón en el que se ha convertido el brexit, la ralentización de una Alemania -locomotora de Europa- que a punto ha estado de caer en la recesión, la inestabilidad política derivada de la fragmentación parlamentaria y la repetición de las elecciones generales… 2019, el año que estamos a punto de terminar, ha traído consigo factores ya conocidos de incertidumbre económica y revisiones en las estimaciones del crecimiento del PIB. España no está en crisis, pero la desaceleración económica con la que va a iniciar el año nuevo es evidente. Axesor, de hecho, ha revisado a la baja sus previsiones iniciales y estima que 2019 terminará con un crecimiento del 2%. Para 2020, nuestra previsión es de un 1,6%.
En el panorama empresarial, el deterioro del escenario económico se ha traducido, entre otras cosas, en un incremento de los concursos de acreedores continuado desde el mes de julio, según los datos procesados por nuestro Gabinete de Estudios Económicos y publicados recientemente en uno de nuestros radares empresariales mensuales. Las insolvencias aumentaron un 24,87% en noviembre frente al mismo mes de 2018, situándose en 487. Es la cifra más alta en ese mes desde 2014, cuando se registraron 532. Y a falta de diciembre para cerrar el año, es el quinto mes consecutivo de aumento. Tras las campanadas de Nochevieja sabremos si 2019 termina con todo su segundo semestre marcando alzas en las quiebras empresariales. El número total de concursos de acreedores entre enero y noviembre asciende a 4.377, que equivale a un aumento del 15,37% frente al mismo periodo del año pasado.