Si noviembre empieza bien, confianza es de tener. Aplicado este refrán al tejido empresarial del país, la conclusión no es muy esperanzadora. Y es que, en lo que a ampliaciones de capital se refiere, el mes de noviembre no fue bueno. El importe movilizado por las sociedades mercantiles españolas en ampliaciones de capital se desplomó casi un 41%, hasta los 1.680,76 millones de euros. Estamos ante la cifra más baja de ese mes desde el del año 2014, según ha publicado recientemente nuestro Gabinete de Estudios Económicos.
Las ampliaciones de capital suponen un impulso para las empresas, ya sea porque les otorgan liquidez o porque les libran de una deuda. Sirven para aumentan los recursos propios de la compañía, dándoles de esta manera una mayor fortaleza. Por lo general, el flujo movilizado es mayor en tiempos de bonanza. La reducción del flujo en noviembre puede ser un indicador de la situación económica en la que estamos.
Recientemente veíamos cómo los concursos de acreedores han aumentado en el tejido empresarial español de forma continuada desde el mes de julio. La incertidumbre económica que atravesamos puede estar haciéndose notar también en las ampliaciones de capital. El mal momento que atraviesa el comercio internacional y la ralentización económica en la zona euro impactan en las ventas al exterior. A ello se suma la prolongada incertidumbre política: España ha tenido un gobierno interino durante 11 meses, desde marzo, que fue cuando se convocaron las elecciones generales del 28 de abril. No se logró formar gobierno tras esos comicios y el país fue de nuevo a las urnas en noviembre. La conformación de gobierno ha llegado finalmente con el nuevo año. Todos estos elementos -guerra comercial, brexit, situación política española- conforman un escenario que dificulta llamar a la puerta de los inversores, tanto en el mercado de capitales y en la renta variable como a través de las ampliaciones de capital.
La importante caída registrada en noviembre deja el acumulado de los primeros once meses del año en números rojos: el flujo movilizado en ampliaciones de capital entre enero y noviembre asciende a 23.114,73 millones de euros, un 4,76% menos que en el mismo periodo del año pasado. De los 20 sectores en los que dividimos la actividad económica, doce han acumulado pérdidas entre enero y noviembre, entre ellos dos de los sectores clave para la economía española: la construcción, que en noviembre registró una profunda caída interanual (-52,49%), se deja en los primeros once meses del año un 8,82% y la hostelería, cuya bajada en noviembre fue incluso más pronunciada (-71,05%), acumula un retroceso del 0,70%. En el lado contrario se sitúan el comercio, con un crecimiento acumulado del 63,96%, y la industria manufacturera, que, aunque vivió un mes de noviembre malo (-60,91%), se mantiene en el acumulado en el terreno positivo, con un aumento del flujo del 26,48% frente a los mismos meses de 2018.
Así como en el caso de los concursos acreedores observábamos un crecimiento sostenido desde julio frente los mismos meses del año anterior, en el global del flujo de ampliaciones de capital no existe esa regularidad en el segundo semestre del año. En julio hubo una caída interanual del 4,11%; en agosto, una subida del 8,78%; en septiembre volvió a haber un incremento, este del 4,71%, si bien es cierto que ese aumento vino marcado por una cuantiosa ampliación de capital en el sector financiero, localizada en Cantabria; en octubre, el flujo movilizado bajó un 9,13%.
Noviembre es de estío, la puerta del frío, advierte otro refrán español. Los datos de diciembre serán los que revelen si se cumple o no esa advertencia en lo que ampliaciones de capital se refiere. Con una caída acumulada del 4,76% hasta noviembre, lo que haya sucedido en el último mes del año haberla profundizado, aminorado o, en el caso de que haya habido un incremento importante, podría incluso haber dado la vuelta a la situación y permitido un cierre de año con aumento del flujo movilizado. En breve lo sabremos.