La banca europea, y en especial la española, lleva ya ocho años de crisis sin perspectivas de que la cosa mejore a corto plazo. Desde que quebró Lehman Brothers en septiembre de 2008 todo han sido malas noticias para las principales entidades financieras a nivel mundial. En el caso español, el sector tocó fondo en 2012 con la caída de Bankia y el rescate a las cajas con dinero de los fondos europeos.
Desde entonces, las entidades han hecho muchos esfuerzos de saneamiento, capitalización y ajuste de capacidad para adaptarse a las nuevas circunstancias, aunque por el momento los mercados no se dan por satisfechos y siguen castigando al sector en bolsa. ¿Por qué? Hay cuatro grandes focos de incertidumbre en el sector financiero actualmente: