Las ampliaciones de capital han tenido un impetuoso arranque de año que no hubiera sido posible sin la producción industrial. Este sector de fabricación –en adelante industria manufacturera- ha presentado un gran apoyo en los datos al zarpar 2019. Tras unos años vagando por un rumbo incierto y progresivamente declinante (el año 2018 se cerró en mínimos históricos, 26.333,4 millones de euros, situándose por debajo de los 30.000 millones de euros por primera vez desde la entrada en vigor del euro), las actividades manufactureras han cogido con firmeza el timón de las ampliaciones batiendo todos los récords. En enero, este sector captó 1.088,39 millones de euros, según los datos publicados en el Radar Empresarial elaborado por nuestro Gabinete de Estudios Económicos. No es solo más de cinco veces más que en enero de 2018, es que nunca las actividades manufactureras habían logrado superar los 1.000 millones de euros en ampliaciones de capital en un solo mes.
El hecho es que prácticamente uno de cada cuatro euros movilizados el mes pasado a través de ampliaciones de capital fue a parar al sector de la industria manufacturera. En el conjunto del tejido empresarial nacional, el importe registrado por la suma de todos los sectores de actividades económicas fue de 4.492,04 millones de euros. No se veía tanta cantidad de dinero en un solo mes desde junio del año 2017, cuando se acometió la última gran reestructuración financiera de España hasta la fecha. Con este golpe de timón se rompe con una racha de tres años consecutivos a la baja. La cuestión es ahora si todo se debe a un evento extraordinario de la industria manufacturera o si tendrá continuidad en los próximos meses.
La industria manufacturera abarca la fabricación y procesado de un sinfín de actividades, tales como la industria de la alimentación y bebidas, la fabricación de productos minerales, tanto metálicos como no metálicos, industria química, refinado de petróleo, productos farmacéuticos, electrónicos, informática, maquinaria, sector textil… Y es clave para un modelo económico sostenible, así como para el sector exportador. Las actividades de la industria manufacturera representan el 12,6% del PIB español, lo que da una clara idea de su relevancia.
Además, el PIB del sector lleva cinco años consecutivos con un buen rumbo de crecimiento, hasta alcanzar al cierre de 2018 un valor de 154.299 millones de euros (a precios corrientes y ajustados en términos de estacionalidad y calendario), un volumen que consolida a la industria por encima de los valores que registraba antes de que estallara la gran crisis económica de 2008, confirmando la expansión de la industria manufacturera. Las ampliaciones de capital son un mecanismo de financiación interno de las empresas en la que se busca capital por parte de accionistas e inversores emitiendo nuevas acciones (la fórmula más habitual) o bien aumentando el valor de dichas acciones. Una ampliación puede servir para acometer nuevos proyectos o también para refinanciar una empresa y afrontar sus deudas. En todo caso, las ampliaciones de capital siempre indican una confianza de la empresa en mantener adelante su proyecto y su actividad. Por lo tanto, dada la importancia de la industria manufacturera en el tejido económico español, su elevado volumen de actividad es una buena noticia.
Otro sector que va viento en popa en cuanto a sus ampliaciones de capital en el comienzo de año es el de la industria energética, que captó 533 millones de euros, nada menos que 29 veces más que en el mismo mes del año pasado. Se trata de una cifra masiva, que ya supone más dinero que todo el que se movió el año pasado en este sector.
También son destacables los avances en los dos sectores que concentran un mayor número de empresas en España: el comercio, que triplicó sus volúmenes habituales, hasta alcanzar los 417,9 millones de euros, y la construcción, que mejoró un 7,9% para quedarse en 435,6 millones de euros.
La actividad de ampliaciones de capital sale así del marasmo en el que ha permanecido durante prácticamente todo un año y proporciona nuevos indicios de reactivación. No en vano, aunque la desaceleración económica es un hecho, nuestro pronóstico, recogido en nuestro nuevo Boletín Trimestral de Coyuntura Económica FOCUS, es que 2019 todavía reflejará un robusto crecimiento para la economía española del 2,3%.