La sostenibilidad se ha convertido es uno de los grandes pilares de la estrategia política de la UE.Europa aspira a ser verde y a liderar esta transformación económica a nivel mundial. Para ello, uno de los compromisos es reducir las emisiones de CO² en un 40% en todos los sectores económicos de aquí al año 2030, tal y como se explica en el Anuario Axesor-IEB de Renta Fija y Financiación Alternativa, recientemente publicado. Para alcanzar estos objetivos se necesita movilizar mucho capital. Bruselas calcula que son necesarios al menos 180.000 millones de euros anuales en inversiones adicionales en sectores como eficiencia energética, generación de energía renovable o transporte, entre otras actividades. Y el hecho es que Europa ya está en marcha. El movimiento ha comenzado. Y para muestra, un botón extraído del último Radar Empresarial sobre Ampliaciones de Capital, difundido por nuestro Gabinete de Estudios Económicos: una de las operaciones más importantes y llamativas del mes pasado fue acometida por una empresa dedicada al desarrollo de infraestructuras medioambientales, que amplió capital por un importe de 175,6 millones de euros.
El impulso dado por esta empresa fue decisivo para que el sector de suministro de agua, saneamiento, gestión de residuos y descontaminación registrara un incremento de casi 90 veces en comparación con el mismo mes del año pasado. Esta operación supuso un 8,5% de todo el importe movilizado el mes pasado por el tejido empresarial español, que ascendió a 2.065,67 millones de euros y fue decisiva para que las ampliaciones de capital crecieran por segundo mes consecutivo, en concreto, un 2,5%. El sector, habitualmente de los menos activos en lo que se refiere a ampliaciones, se situó como el cuarto en relevancia, solo superado por actividades financieras (636,4 millones de euros), la construcción (315,51 millones de euros) y las actividades inmobiliarias (290,65 millones de euros). Precisamente, la construcción es un sector donde están incluidas numerosas empresas de infraestructuras, que pueden dar mucho que hablar en los próximos años a medida que progrese la “hoja de ruta verde”, marcada por los compromisos asumidos en la Conferencia del Clima de París en 2015, conocida como la COP21, con el objetivo de aunar esfuerzos contra el cambio climático y desarrollar un nuevo modelo económico.
El objetivo de alcanzar una infraestructura sostenible en Europa está claro y está suponiendo ya una clara transformación de todas las actividades, incluyendo también al sector financiero, que el mes pasado registró una notable reactivación en lo que se refiere a las ampliaciones de capital, al crecer un 49,8% tras unos meses de clara tendencia bajista.
Ahora está por ver si este repunte de las ampliaciones por parte de las actividades financieras tiene continuidad, pero una cosa está clara: la industria de la inversión está apostando fuerte por la sostenibilidad. Cada vez más fondos de inversión tienen como estrategia central apostar por empresas respetuosas con el medio ambiente. Y, al mismo tiempo, los llamados Green Bonds (bonos emitidos para financiar concretamente actividades sostenibles) están en pleno auge en España. Así, como refleja el Anuario de Renta Fija, la emisión de bonos verdes se ha multiplicado por cinco en el transcurso de los últimos cuatro años, alcanzando los 5.000 millones de euros.
Muchas de estas emisiones encajan en lo que en el mercado se conoce como Project Bonds, bonos finalistas destinados para financiar proyectos concretos, generalmente de infraestructuras, que es una de las grandes tendencias a nivel mundial, con un volumen aproximado de 358.000 millones de dólares (algo más de 360.000 millones de euros).
El tránsito hacia una economía global más eficiente y de bajo nivel de emisiones de CO² va a generar numerosas oportunidades en infraestructuras verdes. Para poder estar en esos proyectos, las empresas del sector van a tener que apelar a la confianza de accionistas e inversiones. Y hay numerosas palancas para financiar esos planes de expansión, más allá de los tradicionales préstamos: direct lending, ampliaciones de capital y emisiones de deuda en mercados de capitales, como el MARF (Mercado Alternativo de Renta Fija), por ejemplo, figuran entre las más destacadas.