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El papel del sector financiero en las ampliaciones de capital

El papel del sector financiero en las ampliaciones de capital

Las empresas españolas están captando menos dinero que en toda la crisis vía ampliaciones de capital. Los importes consignados en los tres primeros meses del año ascienden a 10.773,94 millones de euros, un 30,76% menos que en el primer trimestre de 2014, según los datos procesados por nuestro Gabinete de Estudios Económicos. Nunca en toda la crisis se habían registrado menos de 12.000 millones de euros en el primer trimestre del año. La evolución de las cifras está directamente relacionada con el sector financiero y a continuación repasaremos la incidencia de esta actividad en la estadística.

El segmento de actividades financieras y de seguros es con claridad el más relevante de todos. Es el único que supera la barrera de los 2.500 millones de euros, ya que suma un importe de 2.907,91 millones de euros, un 26,99% del total, lo cual implica que más de uno de cada cuatro euros captados en España a través de ampliaciones de capital va a parar al sector financiero. Aun así, se trata de la cifra más baja para el primer trimestre del año desde 2010. De hecho, los datos implican una caída del 55,13% respecto al mismo periodo del año pasado. La evolución fue especialmente negativa en el último mes, donde el volumen fue de 431,23 millones de euros, una caída del 90,2% sobre marzo de 2014; pero, a pesar de ello, este sector sigue siendo el más voluminoso de todos, rebasando en casi 40 millones al segundo en importancia, el de actividades inmobiliarias (392,5 millones de euros).

En términos netos, la caída experimentada en el primer trimestre por el conjunto del tejido empresarial español fue de 4.786,57 millones de euros; solo el sector financiero se dejó 3.573 millones de euros respecto a los niveles de hace 12 meses, lo cual deja a las claras cuál fue la actividad decisiva a la hora de marcar el signo general de las ampliaciones de capital en España. El efecto del final del rescate bancario está siendo determinante para esta evolución, cabe recordar que solo en enero de 2013 se acometieron ampliaciones por un importe total de 23.594,4 millones de euros, más que la mayoría de los sectores de actividad económica en toda la crisis.

En este punto conviene recordar que siempre estamos hablando de importes en términos nominales, que son los que quedan consignados en el registro mercantil y que son los que determinan tanto el reparto accionarial, como los derechos de voto. Generalmente, las entidades financieras tratan de captar un volumen de capital netamente superior al de los importes nominales, es lo que se llama prima de emisión. El caso más emblemático este año es del banco Santander, donde el valor de la emisión supera en más de 10 veces el importe nominal de la ampliación efectuada. Situaciones como ésta se darán a lo largo de todo el año, pues pese a la mejoría económica general experimentada, los requisitos de liquidez impuestos internacionalmente a través del marco llamado Basilea III obligarán a los bancos a mantener de forma permanente unos elevados niveles de capital.

Sin embargo, es cierto que para determinados plazos y para las empresas más solventes, los bancos han vuelto a abrir el grifo del crédito, esto ha sido un factor decisivo a la hora de explicar el fuerte descenso experimentado por las ampliaciones de capital, ya que se convierten en una fórmula de financiación menos necesaria. La repercusión más evidente de esta dinámica es que los recursos captados han caído en 14 de los 20 sectores en los que nuestro Gabinete de Estudios clasifica la actividad empresarial. Los bancos han aprovechado las medidas extraordinarias de liquidez adoptadas por el BCE, que comenzó recientemente un programa para inyectar en el eurosistema más de un billón de euros (una cantidad equivalente al PIB de España), a razón de 60.000 millones de euros mensuales en bonos, principalmente públicos. La decisión de la autoridad monetaria europea, tomada ante las evidentes dificultades de transmisión de su política expansiva a través del conjunto del sistema financiero comunitario, está teniendo ya una repercusión clara en los mercados de deuda, con rendimientos negativos en los plazos más cortos en la gran mayoría de la deuda soberana europea, incluida la española. Las implicaciones de esta dinámica a nivel empresarial se traducen en que aumenta riesgo de que se esté creando una burbuja en los mercados que dé paso a un periodo de inestabilidad e incertidumbre, elementos que suelen conducir, como primera medida preventiva, al cierre del famoso grifo crediticio. Por eso, a pesar de la mejoría del panorama, es recomendable que las empresas realicen una gestión profesionalizada del riesgo de crédito y que mantengan una política de diversificación de sus fuentes de financiación, sumando a los préstamos bancarios tradicionales otras alternativas, tales como la emisión de bonos o pagarés y, por supuesto, las ampliaciones de capital.

Desde enero de 2008 hasta la fecha, el segmento de actividades financieras ha realizado ampliaciones de capital por un importe que, medido en términos nominales, rebasa los 158.000 millones de euros y supone un 39,1% del total, prácticamente cuatro de cada diez euros que han movido las ampliaciones en España. Es decir, pase lo que pase, la evolución de las ampliaciones de capital seguirá estando influida de forma determinante por la coyuntura de la banca.

 

Gabinete de Estudios Económicos de axesor
Categorías: Radar Empresarial

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