Los concursos de acreedores iniciados por sociedades mercantiles descendieron en España en abril por sexto mes consecutivo, según los datos recopilados por nuestro Gabinete de Estudios. En abril se iniciaron 535 procesos formales de insolvencia; es decir, unos 26 por cada día hábil. La cifra es, sin duda, muy elevada. Como referencia, basta decir que en todo el año 2007, el último antes de que la crisis estallara en toda su intensidad, se declararon en España 941 concursos. Aunque recientemente el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, asegurara que España había doblado ya el Cabo de Hornos, una metáfora en referencia al que es considerado como el enclave más meridional de América del Sur, cuyas aguas son especialmente peligrosas, la normalización en términos de actividad económica queda aún muy lejos. Así lo ha confirmado esta misma semana informe de previsiones de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), que pronostica para este año y el siguiente tasas de paro en el entorno del 25% de la población activa y un volumen deuda pública superior al 100%. Con todo, hay un claro cambio del panorama concursal en España: los concursos de acreedores crecieron en España en tasa interanual durante 30 meses consecutivos; entre mayo de 2011 y octubre de 2013, batiendo un récord tras otro mes a mes. Noviembre del año pasado fue el primer mes en el que los concursos bajaron respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. El mes de abril ha venido a confirmar la nueva tendencia, que prevemos que continúe durante los próximos meses. El saldo acumulado de los cuatro primeros meses es de 2.452 concursos, todavía es el segundo peor primer cuatrimestre desde que entró en vigor la ley que rige el proceso concursal desde hace una década. Sin embargo, el balance es de una caída del 26,78%, comparado con el mismo periodo de 2013.
Los pilares sobre los que se asienta esta mejoría son la reactivación económica; las reformas legales del proceso concursal y la madurez en el durísimo ajuste que ha experimentado durante estos años la construcción. Respecto a las más benignas perspectivas macro, éstas quedan de manifiesto con la relajación de la prima de riesgo del bono soberano a 10 años, que ahora se sitúa en los 150 puntos básicos; a años luz de los 15 puntos básicos de promedio en los años previos al estallido de la crisis, pero igualmente lejos del pico de 635 puntos que se llegó a alcanzar en los peores momentos. Sobre las reformas legales, éstas inciden en la flexibilización de los preconcursos, la potenciación de las quitas y la capitalización de las deudas; es de esperar, además, que en que los próximos meses se profundice en la reforma; es indiscutible que era necesario mejorar el funcionamiento del concurso de acreedores, habida cuenta de que en torno al 94% de estos procesos concluyen sin acuerdo, según nuestras estimaciones. Sobre el ajuste de la construcción, es importante reseñar que entre 2012 y 2013 se registraron, según nuestras estadísticas, 5.232 procesos; prácticamente un tercio de todos los concursos declarados en España. Entre enero y abril de este año se declararon en ese sector 653 casos, un 33,71% menos que en el mismo periodo de 2013; se trata de la cifra más baja en tres años y no está muy alejada de los niveles que se registraron entre 2009 y 2011. La cifra del cuatrimestre implica que la construcción aún acapara el 26,6% de los concursos, una representatividad muy alta, pero también significativamente menor a la de los dos últimos años.
Un dato importante es que Madrid no es ya la comunidad autónoma que más concursos de acreedores registra. Entre enero y abril, la región consignó 414 casos, sigue siendo un porcentaje importante, pues representa un 16,88% del total nacional. Pero el año pasado por estas mismas fechas, la comunidad acumulaba 730 registros; el descenso en la comparativa interanual ha sido de 43,29%. Son 316 concursos menos que hace un año, lo que implica que más de un tercio de todo el ajuste experimentado en España se debe exclusivamente a Madrid. La primera comunidad vuelve a ser ahora Cataluña, como ya lo fue en 2011 y 2012, que entre enero y abril registró 527 casos formales de insolvencia, un retroceso del 19,3%. Valencia, que durante 2011 y 2012 era la segunda comunidad autónoma con más concursos, ha experimentado una mejoría notable: cerró el cuatrimestre con 296 concursos, un 35,51% menos que en 2013. Andalucía ocupa la cuarta plaza, con 255 procesos (-12,37%) y el País Vasco es la quinta de la estadística, con 176 concursos entre enero y abril (-24,46%).
Desde el año 2008 se han registrado más de 36.000 concursos de acreedores por parte de sociedades mercantiles, a este hecho hay que sumarle la circunstancia de que España todavía son una amplia mayoría las empresas que cesan en su actividad sin comunicarlo oficialmente y mucho menos recurriendo al proceso concursal. Aunque nunca ha habido en España tantos concursos de acreedores como correspondería a la gravedad y profundidad de la crisis, ahora sí se puede afirmar, con todas las cautelas pertinentes, que la reducción constante y continuada en el tiempo del número de procesos concursales iniciados es una buena señal.
Gabinete de Estudios Económicos de axesor