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¿Se terminó la fiesta en los concursos de acreedores?

¿Se terminó la fiesta en los concursos de acreedores?

Se corta la música, se encienden las luces y después de 38 meses interrumpidos de fiesta y continuas bajadas, los concursos de acreedores subieron en enero nada menos que un 46% en la comparativa interanual, de acuerdo a los datos que nuestro Gabinete de Estudios acaba de publicar en el Radar Empresarial. En enero se iniciaron 409 procesos formales de insolvencia y el aumento fue generalizado en toda España y en todos los sectores de actividad. Después de más de tres años seguidos a la baja, ¿ha llegado el fin o es un pequeño parón y la fiesta continua?

Nuestra economía está desde luego en mucha mejor forma que en 2013, el año en el que se alcanzó el récord histórico en la estadística concursal, con 8.823 incidencias, y al mismo tiempo se inició la tendencia bajista rota ahora. Nuestra previsión es que la economía vuelva a crecer este año un 2,5% y el Gobierno espera que en el segundo trimestre, el nivel de PIB en términos nominales recupere el nivel de 2008. Apostamos por un crecimiento del consumo próximo al 2,4%; un aumento de la inversión del alrededor del 2,5% y un crecimiento del empleo del orden del 2%. Con estas expectativas, los concursos deberían retomar su tendencia bajista.

Por otra parte, en el mes de enero concurrieron algunas circunstancias extraordinarias, como la declaración de concurso de algunos grupos empresariales con varias sociedades mercantiles, lo que contribuyó a elevar la estadística de manera excepcional. De hecho, uno de estos entramados empresariales declaró en concurso 44 sociedades concentradas en los sectores de comercio y transporte y almacenamiento, dos actividades cuyos incrementos respectivos fueron del 64% y el 571%.

Sin embargo, hay factores que no conviene dejar en segundo plano. El sector del comercio, especialmente sensible a la evolución del consumo, es, con mucho, el más importante en términos de creación de empresas en España: desde el año 2008 se han dado de alta unas 185.450 sociedades mercantiles inscritas como empresas de comercio, solo en enero se crearon 1.842 nuevas empresas, un 21,6% del total de altas registradas en el primer mes del año (8.501). Y aunque se está creando empleo, este avanza prácticamente al mismo ritmo que el PIB, lo que indica que es empleo de baja calidad y escaso valor añadido, que suele ser el peor remunerado. De igual modo, tampoco se puede olvidar que, pese a la clara recuperación de la economía española, lo cierto es que hoy hay menos población activa que en 2008, menos ocupados y más parados (4,23 millones según la EPA y 3,76 millones, según los datos de paro registrado del Ministerio de Empleo). Toda esta combinación debe tener lógicamente un impacto en el consumo y, por lo tanto, en los sectores más dependientes del gasto de los consumidores, como es el de comercio.

Por otra parte, la enorme diferencia entre el volumen de creación de empresas y los concursos de acreedores (por poner un ejemplo, en el sector de comercio se crearon en enero 1.842 empresas, mientras que entraron en concurso 90), puede proporcionar una lectura distorsionada de la situación. En España la mayoría de las empresas que echa el cierre ni siquiera lo declara oficialmente y el recurso a la fórmula concursal sigue siendo una opción casi a la desesperada, generalmente cuando ya es demasiado tarde. No es de extrañar que las empresas no suelan ver en la fórmula concursal una alternativa viable, teniendo en cuenta que menos del 4% de los concursos se saldan con un acuerdo para salvar la empresa y eso a pesar de que desde 2004, cuando le ley agrupó las quiebras e insolvencias, ha habido más de 30 revisiones y reformas parciales con el objetivo de dinamizar los concursos.

Simultáneamente, el entorno internacional se caracteriza por una creciente incertidumbre, ante el nuevo giro proteccionista imprimido por EE UU, las posibles consecuencias del Brexit y el avance del populismo de sesgo nacionalista en países que se someten este año al veredicto de las urnas, como Francia y Alemania. Será necesario calibrar la influencia de todos estos factores políticos en el comercio mundial y la actividad exportadora, en un momento además en el que el alza del petróleo amenaza con encarecer la factura energética de empresas y consumidores. En conclusión, las perspectivas para la evolución de la estadística concursal en 2017 siguen siendo positivas, a pesar del sobresalto de enero, pero los riesgos persisten.

Categorías: Radar Empresarial

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