Pocas veces se puede decir que la economía mundial afronta un año en tan favorables condiciones como este que comienza, en el que el crecimiento mundial estará muy próximo al 4%, y se producirá además de forma global, prácticamente sincronizada entre los grandes bloques económicos. La economía de Estados Unidos mantendrá la pujanza exhibida en 2017, espoleada ahora con los estímulos fiscales lanzados por Trump, Europa consolidará un mayor dinamismo y en general las grandes economías emergentes se sumarán al festín del crecimiento. De hecho, es muy posible que el número de países en recesión se reduzca a un mínimo histórico. El comercio mundial, pese a la permanente amenaza del proteccionismo, seguirá afortunadamente al alza, teniendo al sector exportador español como alumno aventajado. De hecho, entre enero y noviembre del año pasado, las empresas españolas exportaron por valor de 255.000 millones, tanto como en todo 2016, lo que asegura otro récord anual.