La pandemia del COVID ha puesto a prueba dos de las más manidas aseveraciones de Albert Einstein. El físico alemán que formuló la teoría de la relatividad decía que “es en épocas de crisis cuando nacen la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias” y que “sin crisis no hay méritos”. Si bien, esto puede estar siendo así en algunas, o muchas, economías mundiales, parece que, en el caso de España, seguimos apalancados en la misma zona de confort que nos llevó a la ruina en 2008.
A la vista de los datos de ampliaciones de capital a cierre de 2021, recientemente publicados por el Gabinete de Estudios Económicos de axesor an Experian company, la economía española y su tejido empresarial se está reconstruyendo sobre los pilares del ladrillo y del sector financiero. La inversión total a lo largo del ejercicio superó los 28.700 millones de euros, un 50% más que en 2020. De esta cantidad, casi el 70% se atribuyó a bancos y aseguradoras, a actividades inmobiliarias y a la construcción. Bajando al detalle, los primeros ampliaron cerca de 12.600 millones de euros de capital y los segundos, algo más de 7.140 millones de euros.