Las pymes y autónomos esperan la llegada de los 7.000 millones de ayudas directas que el Gobierno destinará a poco más de 90 sectores, aquellos que, en su criterio, considera más afectados por la pandemia.
Mientras, el tejido empresarial continúa muriendo. Así se extrae del Radar Empresarial de Concursos de Acreedores y Creación de Empresas del Gabinete de Estudios Económicos de axesor a cierre del primer trimestre del año. Entre enero y marzo las insolvencias aumentaron por encima del 19% interanual. Se declararon 1.451 concursos de acreedores frente a los 1.218 del mismo periodo de 2020, o lo que es lo mismo, 233 más.
Lejos de buscar culpables, los datos revelan que, si hay un sector que más ha sufrido la consecuencia de una pandemia que, al inicio de su cuarta ola se ha cobrado la vida de más de 76.500 personas, es la hostelería. Los procedimientos concursales se dispararon un 174% en los tres primeros meses del año, dejando un saldo de 249 cierres. Es más, sólo en el mes de marzo se declararon 111 de ellos.
No fue el único sector donde los incrementos se dispararon a ritmos no conocidos hasta ahora. La educación también ha sufrido el varapalo de las restricciones. Con un 82% más, es el segundo con mayor crecimiento, dato que, sin duda, invita a la reflexión. Especialmente si tenemos en cuenta que la formación es esencial para el progreso y la mejora de la competitividad de las economías. Sin embargo, se da la paradoja que las academias de idiomas y centros de formación quedan excluidos del listado de beneficiarios de las ayudas.
El Radar Empresarial de axesor pone de manifiesto que el espíritu emprendedor es un hecho en España y continúa insuflando vida al tejido empresarial. El trimestre concluyó con la creación de 27.007 nuevas empresas, un 14% más que hace un año. No obstante, los datos demuestran que continuamos arrastrando ciertos vicios del pasado. Comercio y construcción siguen siendo las actividades preferidas por quienes se lanzan a la aventura de emprender, lo que, al igual que ocurrió en la anterior crisis y a la espera de cómo evoluciona el resto del ejercicio, podría ser un síntoma de que el emprendimiento ejerce de refugio de aquellos que han perdido su puesto de trabajo y han perdido la esperanza de encontrar uno.
Con todo, desde axesor, compañía experta en gestión del riesgo de crédito, queremos destacar el despegue de la creación de empresas en el sector de las actividades profesionales, científicas y técnicas, que aumentó un 21% o lo que traducido a términos absolutos significa 3.043 nuevas sociedades. Sin alcanzar ese importante volumen, es también representativo el avance del emprendimiento en actividades sanitarias y de servicios sociales y agricultura, con un 35% y un 33% más, respectivamente.
Esto es sólo la punta del iceberg de lo que podría ser el nuevo tejido productivo de España. Un modelo que deberá apoyarse en la llegada de los Fondos de Recuperación Europeos, sustento de las 110 inversiones y 212 medidas que incluye el Plan de Recuperación y Resiliencia diseñado por el Gobierno.
Un plan de 70.000 millones de euros -a desembolsar en tres años-, de los cuales 4.000 millones se destinarán a la transformación digital de las pymes y los autónomos mediante un toolkit con el que se pretende dotar a estos colectivos de sistemas digitales de gestión de recursos (ERP), de clientes (CRM) y herramientas de marketing digital, además de impulsar el comercio electrónico.
Todo ello bajo el paraguas de la transición ecológica, a la que se destinarán el 39% de los fondos, y con el apoyo de la educación y la formación, que contará con algo más del 10% del presupuesto.
Partitura que pinta bien, pero que en su perfecta ejecución -que no es sino la de crear empleo, mejorar la productividad y conseguir una economía y empresas más competitivas- necesita el acompañamiento de otras medidas que complementen su implementación.