La irrupción de la pandemia con sus limitaciones a la movilidad ha cambiado, sin lugar a dudas, nuestros hábitos de consumo. Cada vez recurrimos más a “clickar” la lista virtual de la compra y menos a visitar los lineales físicos de supermercados y tiendas.
Esta transformación ya se deja notar en los movimientos empresariales. Aunque teniendo en cuenta que las ampliaciones de capital cayeron un 27% se hace evidente que el pasado 2020 no ha sido un buen año para la inversión, analizando los datos de forma pormenorizada se puede concluir que hay sectores que sí se han visto beneficiados por el impacto de la crisis sanitaria. En especial uno de ellos: el del transporte y almacenamiento.
Según el Radar de Ampliaciones de Capital elaborado por el Gabinete de Estudios Económicos de axesor, el citado sector fue uno de los seis en los que las ampliaciones de capital aumentaron con respecto a 2019. En concreto, crecieron un 14,5%, superando los 583 millones de euros y colocándose como el octavo más inversor, por encima de la hostelería (581 millones de euros) y cada vez más cercano a información y comunicaciones (664 millones de euros). Además, fueron las actividades con la mayor caída de volumen de capital reducido. Se desinvirtió un 96,6% menos en comparación con el año anterior y se crearon más de 2.300 empresas.
Los datos, por tanto, ponen de manifiesto la fortaleza de un sector que expertos y analistas coinciden que será uno de los motores de la economía española y mundial a medio plazo. Pensemos que en España la logística y el transporte representan ya un 6% de PIB y sostiene 800.000 empleos (más del 4% sobre el total de ocupados). Cifras que sin duda irán in crescendo en los próximos años con la progresiva incorporación al mercado de consumo de la generación milennial y centennial cuya condición de nativos digitales favorece el comercio on-line.
Tal y como ha afirmado en varias ocasiones Francisco Aranda, el presidente de UNO Logística (patronal del sector), el transporte y almacenamiento es un sector “especialmente inversor y activo en el desarrollo de nuevas plataformas y naves logísticas”. Con todo, el carro, aunque sólido, necesita también de bueyes que tiren de él. Más allá de que parte de los fondos de recuperación se destinen hacer de él un sector más digitalizado y sostenible y mejorar así la eficiencia del mismo, es también clave la eliminación de barreras burocráticas. Pensemos que para poder desarrollar la actividad, cada comunidad e incluso cada localidad requiere autorizaciones distintas, con lo que eso conlleva en materia de trámites y papeleo. Algo que como se ha trasladado desde la patronal a la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, se solucionaría con una sencilla “declaración responsable que permita obtener la licencia de actividad y nos posibilite generar riqueza y empleo”. Sólo un ejemplo que pone de manifiesto la necesidad de avanzar en el prolongado desarrollo de la Ley de Unidad de Mercado.
Dejando de lado el sector del transporte y almacenamiento, del Radar Empresarial de axesor también llama la atención la ganancia de posiciones de Murcia entre las regiones más inversoras. Las ampliaciones de capital en las empresas murcianas se incrementaron un 83,5%, hasta aproximarse a los 647 millones de euros. Se convierte con ello en la séptima comunidad donde las empresas han invertido más capital y la primera de las cuatro en las que crecieron las ampliaciones, por delante de Cantabria (63,07%), Extremadura (28,64%) y La Rioja (17,22%). Hecho que se puede vincular al espaldarazo que ha supuesto para el tejido empresarial regional el funcionamiento del aeropuerto de Corvera. Para muestra un botón, y este es que ya se da por seguro el asentamiento de la nueva base logística de Amazon en una parcela de 270.000 metros cuadrados vecina a las instalaciones aeroportuarias. Por otra parte, no debemos olvidar el peso de las exportaciones -fundamentalmente agroalimentarias- de Murcia que, pese al impacto negativo del COVID-19, superaron los 9.000 millones de euros hasta noviembre (últimos datos disponibles en el Instituto de Fomento de la Región de Murcia).
Como conclusión y a la vista de lo anterior, en términos sectoriales, el transporte y almacenamiento y en regionales, Murcia, son muestras palpables de que, pese a lo incierto del futuro económico por el avasallamiento de la tercera ola (y esperemos última) de la pandemia, la luz existe al final del túnel y de que las crisis pueden ser el germen de grandes oportunidades. Sólo hay que observar y tener paciencia.