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El sector financiero demuestra su fortaleza

‘El sector financiero demuestra su fortaleza

Las últimas semanas están sentando las bases para lo que será el sector financiero del futuro. La banca de toda la vida, la de bancario y ventanilla, quedará en pocos años en el recuerdo de quienes vivimos a caballo entre los siglos XX y XXI.

Si hace algo más de una década veíamos como la reestructuración bancaria dejaba vacías de inquilinos miles de sucursales (desde entonces hasta ahora se han cerrado más de 20.200) con una reducción del 46%, hoy nos encontramos inmersos en la ya anunciada era de las fusiones. Primero la fusión de CaixaBank y Bankia que abrieron la puerta a Unicaja y Liberbank, sobre la que todavía queda rematar algún fleco. Después, y tras el anuncio de venta de su filial de Estados Unidos por 9.700 millones de euros, BBVA y Banco Sabadell, aunque bien es cierto que en los últimos días ha sufrido algún que otro desencuentro económico.

Todos estos movimientos que, además de buscar mejoras de rentabilidad, están orientados a la creación de un sistema mucho más digitalizado, adaptado a las nuevas formas de operar de los clientes (en el primer semestre del año los cuatro grandes bancos ganaron 6,5 millones de clientes digitales y cuentan con en torno a 22,2 millones en España) y con capacidad para competir con los Google, Amazon o Facebook banks, ejerciendo un efecto tractor sobre otros proyectos más pequeños (Fintech). Tanto que ha sido precisamente el sector financiero y de seguros el que ha tirado de las ampliaciones de capital el pasado mes de octubre. Éste invirtió un total de 639,43 millones de euros, 423 por encima del registrado en el mes de septiembre y la tercera mayor cantidad en lo que va de año 2020. Así lo refleja el Radar Empresarial de Ampliaciones de Capital correspondiente al mes de octubre y elaborado por el Gabinete de Estudios Económicos de axesor, que pone de relieve que en los diez primeros meses de 2020 las empresas de este sector han invertido en su capital social más de 3.820 millones de euros, siendo las que concentran el mayor volumen de inversiones.

Pero quizá lo más revelador, es que bancos, gestoras de fondos, Fintech, aseguradoras… redujeron durante los diez primeros meses de este año 2020, un 41,09% menos de capital que en 2019 (3.621,32 millones de euros), dejando el neto (ampliaciones menos reducciones) con un saldo positivo de 200 millones de euros. En esta trayectoria octubre ha sido determinante, sólo se redujo capital por importe de 78,89 millones de euros, un 61,80% menos con respecto al mismo mes de 2019 (206,53 millones de euros) y 750 por debajo del volumen anotado en septiembre de 2020, apenas un mes antes.

Los datos prueban, por tanto, la solvencia y fortaleza del sector financiero y la banca española que, tras los esfuerzos realizados en los últimos años, se encuentra en condiciones de afrontar el shock económico provocado por el COVID-19. Y que, además, tendrá un papel crucial tanto para la recuperación como para la transformación hacia la economía 4.0 y del 5G. De hecho, ha sido precisamente el sector financiero el pionero en que empezásemos a incorporar términos como Blockchain, computación cuántica o Inteligencia Artificial (IA) en nuestra jerga diaria.

Un escenario digital al que muchos temen por su impacto presente sobre el mercado de trabajo. Y no es para menos si tenemos en cuenta que de aquí al próximo año 2021 la banca tiene previsto prescindir de unos 15.000 trabajadores y que se suman a los más de 100.000 despidos de la última década. Ahora bien, por duro que resulte, en esta nueva era debemos pensar en el largo plazo y aceptar que como se ha probado a lo largo de la historia, toda transformación hacia una sociedad mejor conlleva un coste coyuntural, transitorio y necesario. Es por ello, por lo que debemos poner la vista en aquellos empleos que a día de hoy no existen o están en pañales y que, como dice el economista y catedrático de la Universidad de Alicante, Andrés Pedreño, “encontrarán la horma de su zapato en los profesionales de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés)”.

Más allá del sector financiero, en el conjunto de actividades, las ampliaciones de capital superaron los 15.549 millones de euros, un 27,5% menos que en el mismo periodo del año pasado pese al repunte de casi 1.804 millones de euros de octubre, cifra que dobla a la del mes de septiembre. La otra cara de la moneda es que las desinversiones se dispararon este mismo mes un 259%, esto significa que las empresas redujeron 1.924 millones de euros de capital frente a los 536 de hace un año.

Dato preocupante este último que, sin duda, tapa lo que, podría ser una buena noticia si lo ocurrido en octubre no se repite en los próximos meses y se queda en una mera anécdota. En el acumulado del año las empresas españolas han reducido capital por un volumen 11.591 millones de euros, un 36,7% menos que en el mismo periodo del pasado ejercicio.

Al hilo de la actualidad, no podemos concluir este post sin hacer mención expresa a lo ocurrido en la Comunidad de Madrid, que encabeza con 6.053 millones de euros el ranking de las regiones donde las empresas más aumentaron capital. A pesar de ello la cifra es un 32,06% menor que la de los diez primeros meses de 2019. En Cataluña la contracción interanual en el volumen de inversiones de sus empresas fue mucho menor, de un 9,54% (hasta los 3.443 millones de euros). Aún hay más, en cuanto a las reducciones de capital, en Cataluña las empresas habrían desinvertido 1.040 millones de euros mientras que en Madrid la cifra se eleva hasta los 6.158 millones de euros.

Categorías: Radar Empresarial

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