Ha pasado una década ya desde el inicio de la crisis económica en España. Empezó a notarse en 2008, tras la caída de Lehman Brothers y el impacto que esta tuvo en la economía mundial, pero 2009 fue el año en el que se mostró ya abiertamente en nuestro país. Diez años después, acabamos de cerrar un 2019 caracterizado por la ralentización del crecimiento económico. No estamos en crisis, pero nuestra economía crece menos.
No es nada nuevo, podrá pensar usted. De la desaceleración nos han hablado mucho el año pasado los institutos y gabinetes de investigación económica y lo hemos leído con mucha frecuencia en los titulares de la prensa. Hasta se ha llegado a hablar el año pasado de la posibilidad de una nueva recesión. Nuestra introducción, sin embargo, no es gratuita. Queríamos ponerle a usted, nuestro lector, en antecedentes antes de pasar a hablar del dinero que el tejido empresarial español movilizó en 2019 en ampliaciones de capital.
Y es que, aunque no estamos en crisis económica, en el año que acabamos de dejar atrás, las sociedades mercantiles españolas dedicaron a ampliaciones de capital la menor cantidad de dinero desde aquel año del que hablábamos más arriba, según el Radar Empresarial que ha publicado recientemente nuestro Gabinete de Estudios Económicos. En total, fueron 26.125 millones de euros, un 32,33% menos que en 2009, cuando se movilizaron 38.612 millones de euros. La diferencia es de casi 12.500 millones. En comparación con 2018, la caída del año pasado, no obstante, fue solo del 0,79%. Ese año, con 26.333 millones de euros, se había registrado ya una fuerte contracción frente a los 40.438 millones de 2017. Es decir, el importe que nuestras empresas dedican a darse impulso, ya sea para ganar liquidez o librarse de una deuda, renquea desde hace dos años.
¿Qué ha pasado en 2019? En el análisis de la radiografía del año pasado hay que empezar parándose en los datos de diciembre para ver que el último mes del año sirvió para amortiguar la caída acumulada hasta entonces. Los 3.010,32 millones de euros movilizados ese mes (un 45,83% interanual más) supusieron la segunda mayor cantidad mensual del año, tras los 4.492 millones de euros de enero de hace un año. Entre febrero y noviembre, en ningún mes se llegó a los 3.000 millones de euros. De hecho, en siete de esos diez meses no se alcanzaron siquiera los 2.000 millones.
Por sectores, las actividades financieras y seguros se mantuvieron en 2019 a la cabeza en cuanto al importe destinado a ampliaciones de capital: los 7.371,23 millones de euros movilizados supusieron un 3,72% más que el año previo. Siguieron las actividades inmobiliarias, con 4.089,69 millones de euros, que supusieron un descenso interanual del 7,67%; y la construcción, donde los 3.190,58 millones de euros movilizados fueron un 10,75% menos que en 2018.
Este último es uno de los cuatro sectores que se consideran esenciales para la economía española. El comercio, que es otro de ellos, fue el cuarto por volumen movilizado, con 2.161,84 millones de euros y una importantísima subida, del 81,89%, frente a 2018. Justo después, con 2.016,78 millones y un aumento del 25,76%, se situó la industria manufacturera, otra de las patas de la economía española. La hostelería, no obstante, que es el otro sector esencial, vio caer hasta los 836,22 millones de euros, un 0,96%, el dinero movilizado en ampliaciones. Fue superada por importe por las actividades profesionales, científicas y técnicas, con 1.604,99 millones de euros (-21,34%), y por el suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado, con 1.034,05 millones (+117,12%).