Si usted tiene la suerte o la desgracia -hay gustos para todos- de vivir en el centro de alguna de las grandes ciudades españolas, seguramente se haya dado cuenta del fenómeno. En escaparates de locales antes vacíos o de otros en los que algún negocio de barrio cerró sus puertas, desde tiempo se exhiben carteles con la frase de “Se alquila” o con la de “Se vende” sobre fotografías a color y planos de viviendas. Las inmobiliarias, que crecieron como setas al calor de la burbuja y menguaron aceleradamente cuando la crisis recorrió España, han vuelto a instalarse en las calles que recorremos con frecuencia. Si usted, por el contrario, vive en el extrarradio de una gran ciudad o en algún barrio junto a lo que antaño era el límite con el campo, habrá visto por su parte crecer allí promociones inmobiliarias de esas que anuncian a bombo y platillo modernas viviendas en comunidades con garaje, piscina y hasta gimnasio. Son solo dos ejemplos del día a día, pero la multiplicación de inmobiliarias y el regreso de las grúas dan una idea de la fortaleza que han recobrado los sectores vinculados al ladrillo.
En la España de la recuperación económica, la construcción ha vuelto a situarse como uno de los principales impulsos, de tal forma incluso que su pujanza ha actuado como contrapunto a las caídas en otros sectores clave, como el del comercio. De hecho, el tirón de la construcción (+6,9 interanual, según el INE) volvió a contribuir al crecimiento del PIB en el primer trimestre de este año. Y también el empleo ha mejorado en los últimos cinco años.
El emprendimiento en el sector ha sido fuerte, tal y como ha ido mostrando mensualmente el Radar Empresarial sobre creación de empresas de Axesor. El año 2018 fue especialmente bueno: se crearon 13.728 sociedades mercantiles en la construcción, superando por casi un 9% la cifra de 2017. En el último año, algunos meses hemos visto incluso crearse más de 1.300. Solo en agosto y septiembre del año pasado no llegaron las altas a alcanzar el millar, algo que no es descabellado atribuir a la estacionalidad: agosto sigue siendo mes de vacaciones por antonomasia y a la vuelta del verano, ya se sabe, cuesta rodar de nuevo. En Cataluña (2.723) y la Comunidad de Madrid (2.508) se concentró casi el 40% de esas nuevas sociedades.
En lo que llevamos de 2019 se han creado ya 5.058 empresas en el sector de la construcción, según muestran los datos en manos de nuestro Gabinete de Estudios Económicos. Son casi un centenar menos que en el mismo periodo del año previo. En abril hubo 1.209 altas, una cifra que es un 10,31% menor a la del mismo mes de 2018. Este ha sido de hecho el segundo peor abril de los últimos cinco años. En Cataluña se ha dejado notar ligeramente esa tendencia, con descenso interanual del 0,75%. No así en Madrid, donde la creación de empresas en el sector de la construcción registró un aumento del 0,41% respecto a abril de 2018.
En las actividades inmobiliarias, la creación de empresas se vino abajo con el estallido de la burbuja. Pero en 2015 se llegó a rozar los siete millares de altas nuevas y, a partir del año siguiente, la cifra anual se ha situado ya siempre hasta ahora por encima de las 8.000. De hecho, con 9.469, 2018 se erigió en el mejor año en una década, acercándose bastante al número de 9.583 empresas creadas en este sector en 2008, la última gran marca registrada antes del cataclismo del desplome del mercado inmobiliario. De las altas inmobiliarias del año pasado, 2.248 tuvieron lugar en Madrid y 1.791 en Cataluña, es decir, las dos comunidades juntas concentraron casi el 43% de las nuevas iniciativas emprendedoras.
En lo que va de 2019 se han creado 3.274 empresas en el sector inmobiliario, de las cuales 890 han abierto sus puertas en abril. Es una cifra que está por encima de la de 760 de marzo, pero es un 6,12% inferior a la del mismo mes de 2018. Cataluña (220) no respetó esa tendencia y vio subir en un 16,40% interanual las nuevas altas, pero la caída interanual en Madrid (178) fue de un 29,08%.
Aún es muy pronto para hablar de un cambio de tendencia. Pero lo cierto es que estas caídas interanuales del emprendimiento en la construcción y en el sector inmobiliario se producen en un momento en el que se habla de desaceleración de la economía y cuando algunos han comenzado ya a preguntarse si está formándose una nueva burbuja inmobiliaria. Habrá que estar pendiente de los datos en nuestro Radar Empresarial en los próximos meses para ver cómo sigue evolucionando la creación de empresas en estos dos sectores de importancia para la economía española.