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La creación de empresas, al ralentí

La creación de empresas, al ralentí

La actividad emprendedora ha comenzado en 2019 reduciendo la intensidad. Si el mes de enero había sido el más débil desde 2015, febrero también cerró a la baja por la mínima, un descenso del 0,67%. El resultado de estos dos primeros meses es un descenso contenido, que se limita al 1,89%, situando el número total de empresas creadas en 17.464, es menos que en 2018, pero por encima de 2017. De hecho, si se analizan los periodos enero-febrero de los 10 años anteriores, se descubre que las cifras de este ejercicio solo han sido superadas por las del año pasado (17.792) y las de 2016 (19.474). Es decir, se puede hablar de actividad emprendedora al ralentí, preparada para tener su oportunidad y volver a crecer.

Y es que, de momento, las señales que llegan desde el frente económico invitan a la cautela. Nuestra previsión de crecimiento es del 2,3%, que es notable, pero que ya sería inferior al 2,5% con el que concluyó 2018, mientras que para 2020 anticipamos que el crecimiento se situará por debajo del 2%, en una senda claramente de desaceleración. El escenario es, pues, de una incertidumbre creciente en un entorno rodeado de indicios negativos, pero que nunca terminan de confirmarse. Los emprendedores se ven así abocados al dilema de dejar pasar una oportunidad, por una cuestión de prudencia, o arriesgarse.

De momento, el sector que está marcando la mayor señal de retroceso es el del comercio. Desde 2008 hasta la fecha se han creado más de 225.000 empresas inscritas en el sector comercio, de las que más del 40% han cerrado o están atravesando una situación muy delicada. Este sector depende de manera muy relevante de la exportación y del ánimo de los consumidores, dos parámetros que precisamente están mostrando ciertas señales de debilidad. El hecho es que la creación de empresas del sector comercial ha empezado con los peores datos desde 2011, al situarse por primera vez desde entonces por debajo de las 3.500 empresas (3.492 sociedades). Eso sí, al menos el capital destinado a la creación de empresas del sector comercial ha mejorado hasta llegar a los 66,4 millones de euros, un 9,9% más que el año pasado por estas mismas fechas.

Sin embargo, los últimos datos oficiales constatan que, pese al clima general de incertidumbre económica, algunos indicadores pueden ser alentadores: las ventas minoristas cerraron en enero su cuarto mes consecutivo al alza, mientras que el empleo enlaza ya 57 meses seguidos creciendo. En suma, en medio del mar de datos negativos, también hay datos positivos de actividad que podrían invitar al optimismo.

De hecho, aunque son más los sectores donde cae la creación de empresas que aquellos donde sube, hay avances interesantes en algunos sectores clave como es el de la construcción, donde entre enero y febrero se dieron de alta 2.659 compañías, un 8,27% más que en el mismo mes del año pasado y el mejor dato para este sector desde el año 2016.

No en vano, el PIB de la construcción lleva 19 trimestres consecutivos creciendo y cerró el año 2018 con un valor de 70.472 millones de euros (con datos ajustados de estacionalidad y calendario), que es la cifra más elevada desde el año 2011. La construcción representa el 5,8% del PIB nacional.

No obstante, hay otros sectores que parecen estancados. Por ejemplo, el inmobiliario pese a sus vínculos estrechos con la construcción y estar atravesando una etapa de esplendor (el PIB de actividades inmobiliarias lleva 12 meses consecutivos creciendo y avanza al ritmo más fuerte en seis años, con un crecimiento del 3,6% en el último trimestre de 2018), el saldo negativo es la nota dominante: en este sector se dieron de alta 1.627 sociedades entre enero y febrero, un 2,05% menos que en 2018.

En definitiva, la incertidumbre se ha elevado notablemente en los últimos meses, tanto en el plano doméstico, como a nivel internacional. La actividad económica en general da aún señales de resistencia e incluso cierta fortaleza. Pero cada vez hay más dudas sobre si la cuerda que sujeta el crecimiento podrá aguantar todos los tirones de la incertidumbre, o terminará rompiéndose. Ante la duda, la precaución se impone en el emprendimiento y el motor de la creación de empresas se mantiene al ralentí.

Categorías: Radar Empresarial

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