Las ampliaciones de capital efectuadas por sociedades mercantiles cerraron el año 2018 con el menor importe registrado desde la entrada en vigor del euro: 26.333,4 millones de euros, según acaba de publicar nuestro Gabinete de Estudios Económicos en su Radar Empresarial. Aunque las caídas son generalizadas en numerosas partes de España, lógicamente el grueso se concentra en los dos grandes núcleos de actividad, Madrid y Barcelona, que han terminado el año tocados y hundidos.
Madrid cerró 2018 con 10.673,5 millones de euros captados en ampliaciones de capital, es decir, cuatro de cada 10 euros movidos en España fueron a parar a esta comunidad autónoma, toda una evidencia de su fortaleza económica. Sin embargo, estos datos suponen un batacazo del 53,6% comparado con 2017. Es la mayor caída experimentada en Madrid desde la entrada en vigor del euro, nunca se había visto cosa igual y deja los volúmenes en el nivel más bajo desde 2005. En el caso de Cataluña las ampliaciones están menos tocadas, sólo una caída del 14,2% (4.725,1 millones de euros). Sin embargo, este descenso fue suficiente para que esta comunidad marcara un nuevo mínimo histórico. La caída, es tal que nos encontramos con la primera vez que se cierra un ejercicio por debajo de los 5.000 millones de euros. Ante esta situación surgen preguntas: ¿es un hundimiento generalizado o afecta a algunos sectores más que a otros?, ¿hay actividades que vayan en sentido contrario y sigan a flote o incluso creciendo exponencialmente?, ¿qué se puede esperar de cara a 2019? Demos respuesta a estas dudas.
Empezando por las dos primeras cuestiones, el hecho es que ni en el caso de Cataluña ni en el de Madrid, el hundimiento afecta a todos los sectores. En ambas comunidades hay notables excepciones de sectores que han concluido el ejercicio experimentando unos llamativos crecimientos en los volúmenes captados vía ampliaciones de capital.
Así, en el ámbito madrileño encontramos datos muy alentadores, por ejemplo, en el sector de información y comunicaciones, con ampliaciones por importe de 647,46 millones de euros y un crecimiento del 328,6% en tasa interanual. El sector de la información y comunicaciones incluye la edición publicaciones en soporte impreso y producciones audiovisuales. Además, se incluyen en el sector soluciones de servicios y ocio basadas en las nuevas tecnologías y la programación informática, por lo que es esencial que en la era de la economía digital este sector se reactive.
Otro sector que también cerró el año 2018 con prometedores avances en Madrid fue el de industria manufacturera, duplicando sus volúmenes hasta llegar a los 217,37 millones de euros. Se trata de uno de los sectores que juega una pieza clave en la exportación española y es uno de los motores que explican el largo ciclo de crecimiento económico de España. Un sector tan prometedor que esperamos que en 2019 se cumpla su sexto año consecutivo de expansión, con una previsión de aproximadamente el 2,2%. Por lo que, por ese frente, otra buena noticia.
En el lado radicalmente opuesto, el contraste abrupto es como van a pique las actividades financieras –cuyo centro de operaciones financieras es Madrid-, que han experimentado una caída en términos relativos del 64%, dejándose más de 6.600 millones de euros en el camino. Es importante observar que en 2017 tuvo lugar la última gran reestructuración del sector, que obliga a hacer ampliaciones masivas de capital para sanear balances. Esta reestructuración también se extendió también al sector inmobiliario, ya que buena parte de los activos problemáticos que propiciaron la reestructuración eran inmobiliarios. Pero volviendo al sector financiero, la realidad actual es que sin el catalizador de las reestructuraciones bancarias, los volúmenes registrados en ampliaciones de capital han caído a plomo.
Otro dato preocupante es el retroceso experimentado en actividades profesionales, científicas y técnicas, que agrupa a un amplio abanico de actividades; abogados, biotecnología, publicidad, arquitectura, fotografía, traducción, actividades veterinarias… Que cayeron casi un 70% y se dejó casi 1.900 millones de euros, quedándose en 837,3 millones de euros. Precisamente este sector llama la atención el dato negativo de Cataluña, dejándose más de 600 millones de euros entre un año y otro, con un retroceso de más del 60% en sus ampliaciones de capital, la caída más abultada de todas las actividades en Cataluña. Esta caída ha sido mayor que la del sector financiero, que pasó de registrar 1.019,92 millones de euros en 2017 a 837,32 millones de euros el año pasado.
Sin embargo, de lo que sí que puede presumir Cataluña es de como el ladrillo navega a toda vela. Así, las actividades inmobiliarias apenas han cedido unos miles de euros de uno año para otro, cerrando tanto en 2017 como en 2018 muy cerca de los 1.240 millones de euros. Estas cifras marcan un llamativo contraste con las caídas tan abultadas experimentadas en otros lugares, como Madrid. En el caso de la construcción, frente a las caídas del 22,6% en la capital, Cataluña registró un avance en las ampliaciones de capital de nada menos que el 40% (llegando a casi 940 millones de euros) y demostrando así la pujanza del sector.
Pero, ¿qué sucederá a partir de ahora? En lo que se refiere a Madrid, el retroceso de los sectores financiero e inmobiliario sigue hundiendo la estadística y, de hecho, diciembre fue el mes con menos volumen desde 2015. En cambio, en Cataluña, el sector de la construcción parece ir a toda marcha y eso permitió cerrar el último año con bastante fuerza (41,8% de crecimiento interanual). La cuestión ahora es si ese empuje tendrá continuidad y será suficiente para compensar los descensos de otros sectores, especialmente el financiero, en un 2019 que se presenta incierto en lo económico.