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La escalera del emprendimiento: sube la construcción y baja el comercio

La escalera del emprendimiento: sube la construcción y baja el comercio

El sector del comercio ha vuelto a situarse en la planta más alta del emprendimiento, una vez concluido el ejercicio 2018. A lo largo del año pasado se dieron de alta 19.091 nuevas sociedades en el sector comercial, según las cifras del Radar Empresarial que acaba de publicar nuestro Gabinete de Estudios Económicos. Es un dato que eleva a más de 223.000 el número de empresas creadas en este sector a lo largo de la última década. Sin embargo, en la escalera del emprendimiento, el comercio ha bajado un escalón. De hecho, el número de empresas creadas durante el año pasado es un 7,6% inferior al del ejercicio 2017. Es la cifra más baja desde el año 2010. El comercio estuvo emitiendo durante todo el ejercicio señales de debilidad y en diciembre, en plena campaña navideña, tampoco pudo remontar: se crearon 1.471 sociedades del sector comercial, un 2,3% menos que el año precedente. Y mientras el comercio no deja de bajar escalones, hay otro sector que está subiendo los peldaños con gran energía: la construcción.

Un peldaño por debajo del piso más alto de la creación de empresas viene pidiendo paso en su enérgico ascenso por la escalera del emprendimiento la construcción. Así, el sector cerró el ejercicio 2018 con 13.737 nuevos ingresos en sus filas y ya son más de 157.000 empresas desde el año 2008 hasta la fecha. El número de altas registradas en la construcción supuso un aumento del 8,9% en comparación con 2017, convirtiéndose en el mejor dato anual desde 2015. En clarísimo contraste con el comercio, la construcción cerró diciembre con un aumento del 20,6% en el número de empresas creadas (1.076), en el que es el mejor mes de diciembre desde el año 2014.

El ejercicio que acaba de terminar ha supuesto, en conclusión, una gran recuperación para el sector constructor que sube varios peldaños en términos de creación de empresas; registrando su primer aumento tras cuatro años seguidos de caídas. Esta fue una de las actividades golpeadas más duramente por la crisis. Y es que el desplome del mercado inmobiliario se combinó con la aguda necesidad de ajustar el déficit público de Gobierno y administraciones autonómicas. Esto recortó bruscamente las partidas presupuestarias destinadas a obras públicas como las infraestructuras, una de las grandes fuentes de actividad de la construcción. El intenso proceso de saneamiento acometido, así como la progresiva internacionalización de las empresas del ámbito han dado lugar a un sector mucho más sólido. Estos cambios propician las condiciones para renovar el impulso económico y afrontar mejor las crecientes dudas sobre las perspectivas económicas.

No en vano, el volumen del PIB de la construcción es el más alto desde 2011 y a la luz de las cifras alcanzadas durante los tres primeros trimestres del año pasado, todo apunta a que en 2018 se registró el cuarto año consecutivo de crecimiento de la construcción en términos de PIB.

El ladrillo también se ha beneficiado del excelente momento del turismo que, pese a ciertos síntomas de desaceleración, sigue encontrándose en niveles de récords históricos en cuanto al número de visitantes, lo que ha acelerado las inversiones en activos hoteleros. En definitiva, la construcción brilla con luz propia, mientras que el comercio -sobre todo el comercio tradicional- afronta el desafío que supone el cambio del modelo de negocio. Un cambio mucho más centrado ahora en las transacciones on-line, que cada vez gozan de mayor aceptación popular, y que suponen una presión constante en los márgenes.

Así, la tendencia en el sector comercial es bajar varios escalones en cuanto al número de empresas creadas. Es la primera vez en siete años que el ejercicio concluye con menos de 20.000 empresas creadas en el sector.

La construcción y el sector comercial representan una de cada tres nuevas sociedades mercantiles que se crean en España (el ejercicio 2018 terminó con 94.587 altas). No hay ninguna otra actividad que llegue a 10.000 altas al año. La que más cerca se queda es precisamente una muy relacionada con la construcción, la actividad inmobiliaria, donde el año pasado se dieron 9.535 altas, un 4,9% más que en 2017. En este caso, un dato que lo dice todo sobre el nuevo auge del ladrillo es que es el año en el que más compañías inmobiliarias se han creado desde 2008: cinco años consecutivos de crecimiento en el número de empresas confirman que el sector inmobiliario ha vuelto para quedarse. Más lejos se queda la hostelería, una apuesta tradicional en el país con mayor densidad de bares por habitante del mundo. Aun con 9.520 altas, se tiene una caída del 6% sobre el año anterior y el peor dato desde 2015. Y es que mantener un negocio de restauración no es, a pesar de su popularidad, nada sencillo.

Los sectores como el comercio y la hostelería se han enfrentado a sus dificultades. Han visto cómo las compañías dadas de alta durante los últimos diez años han cerrado o están en serias dificultades, siendo estos datos un 40% para el comercio y 60% para la hostelería. Estas cifras ponen de manifiesto lo necesario que es para los emprendedores contar con servicios avanzados de gestión del riesgo empresarial y geolocalización. Necesarias para así determinar soluciones avanzadas que ayuden en la captación y vinculación de clientes, además de la ubicación idónea para sus negocios.

Categorías: Radar Empresarial

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