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Pinchazo en el globo del emprendimiento

Pinchazo en el globo del emprendimiento

El emprendimiento ha pasado del día a la noche: la actividad emprendedora comenzó el año con energía, ganando altura rápidamente gracias a dos meses consecutivos de robusto crecimiento y, sin embargo, llega ahora a fin de año agotada y perdiendo aire. El mes de noviembre supuso un pinchazo en toda regla en el emprendimiento, ya que se crearon solo 6.900 nuevas sociedades, la cifra más baja para ese mes en ocho años.

De esta forma, queda descartado que el emprendimiento en España pueda llegar este año a la cifra mágica de 100.000 empresas creadas, que alcanzó en 2016, pero que perdió en 2017. El balance de los 11 primeros meses es de 87.358 altas (el más bajo para ese periodo de tiempo desde el año 2015).

Esto significa que para romper la barrera de las 100.000 empresas sería preciso superar en el último mes del año el umbral de las 12.600 compañías, algo que jamás ha sucedido en diciembre, donde el promedio de los últimos 10 años se sitúa en poco más de 7.400 sociedades. Por si esto fuera poco, el dinero aportado para crear empresas es el más bajo desde el año 2009, poco más de 4.800 millones de euros entre enero y noviembre.

El gran responsable de este sonoro pinchazo del globo del emprendimiento es el sector del comercio, de cuya mala dinámica venimos alertando desde hace meses. Es cierto que el sector del comercio es la elección preferida de los emprendedores españoles, tanto que en los últimos 10 años se han creado más de 221.680 empresas, y que lo sigue siendo este año, pero está en franca retirada. El número de empresas creadas ha caído un 8,5% y se encuentra al nivel más bajo en nueve años (17.536 empresas hasta el momento, esto es unas 1.630 menos que el año pasado por estas fechas).

Lo que ocurre es que el comercio es una actividad particularmente expuesta a los vaivenes del gasto de los consumidores. El hecho es que, aunque el empleo ha mejorado mucho a lo largo de los cinco años que llevamos de ciclo expansivo, lo ha hecho fundamentalmente en actividades de bajo valor añadido y, por tanto, de escasa capacidad adquisitiva. Esta circunstancia se combina con otros dos elementos: por un lado, el dato de que el nivel de ahorro de los hogares ha llegado a mínimos históricos y, por otro, con la pérdida de confianza de los consumidores a medida que la desaceleración económica se hace más patente. Obviamente, el gasto depende de la renta disponible, pero su evolución también viene marcada por el componente psicológico de las expectativas de los trabajadores. Es decir, una serie de factores se suman para influir en contra de las previsiones de negocio en el sector comercial. Y, por si todo esto fuera poco, el comercio tiene que lidiar además con la creciente popularidad de las compras on-line, que se están extendiendo a una gama cada vez más amplia de bienes de consumo y que suponen todo un desafío tanto en términos de márgenes como en el número de ventas en los comercios tradicionales a pie de calle.

Adicionalmente, tal y como recogíamos en la anterior edición del Radar Empresarial, un 40% de las empresas creadas en el sector comercial durante los últimos 10 años han cerrado o están en una situación crítica. Como para pensárselo.

Y otro sector que tampoco anda en sus mejores momentos es el de la hostelería, que acumula en lo que va de año un retroceso del 6,9%. En términos absolutos son 8.758 altas que afianzan a la hostelería en una dinámica negativa, pues son ya tres años consecutivos de caídas en el número de empresas creadas en el sector. Esta es, como el comercio, otra actividad muy dependiente del estado de ánimo de los consumidores domésticos y que tiene hacer frente a un entorno de elevadísima competencia. No en vano, España es el país del mundo con mayor densidad de locales de restauración por habitantes, con una cifra aproximada de unos 250.000 establecimientos. Por otra parte, no se puede olvidar que la tasa de mortalidad de este sector es incluso más elevada que la del comercio, más de un 60% en los últimos 10 años.

Como contrapunto positivo, podemos decir que, aunque el emprendimiento pierde altura tras el pinchazo de noviembre, todavía está muy lejos de entrar en caída libre. Y si esto es así, se debe principalmente gracias a lo que antes era un lastre y ahora en cambio es un verdadero motor: el ladrillo. En lo que va de año se han creado 21.407 empresas entre constructoras e inmobiliarias (sobre todo constructoras), un 6,6% más que el año pasado.

En resumen, el globo del emprendimiento ha pinchado en la recta final del año, pero tampoco hay que echarse las manos a la cabeza. El aterrizaje de emergencia queda descartado: por sexto año consecutivo se crearán en España más de 90.000 empresas.

Categorías: Radar Empresarial

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