El nuevo año ha empezado con la batería llena en cuanto a actividad emprendedora. Así, después de siete meses seguidos cayendo, el emprendimiento entró en enero con energía renovada, dando lugar a más de 390 nuevas empresas cada día. El saldo final es de 8.586 sociedades, un 0,9% más que en enero de 2017, según los datos que nuestro Gabinete de Estudios Económicos acaba de publicar en su Radar Empresarial. El dato se traduce en 79 nuevos proyectos empresariales más que hace un año volviendo a situarse por encima de la barrera de las 8.000 empresas mensuales, por primera vez desde junio del año pasado.
Como viene siendo una constante en el modelo económico español, los sectores comerciales y de la construcción acaparan la mayoría de estas nuevas aventuras empresariales. Tan es así, que una de cada tres nuevas compañías registradas en enero pertenece a una de estas dos actividades (1.823 en el sector de comercio y 1.147 en la construcción).
Si se mantiene el ritmo actual, la economía española estaría en condiciones de volver a situarse otra vez por encima de las 100.000 empresas al término de 2018, como ya sucediera en 2016 (102.618 altas). ¿Lo conseguirá? Pues para lograrlo será clave cómo evolucione el sector del comercio, donde en 2017 se constituyeron 20.629 sociedades, un 21% del total.
En este sentido hay factores que pueden incidir sobre la futura evolución del emprendimiento. En el polo positivo está la fuerte inercia de la economía, que esperamos crezca por quinto año consecutivo con una previsión de expansión del PIB del 2,5%. Además, esta fortaleza se está traduciendo en una clara mejora del empleo: en los últimos tres años, el número de ocupados ha aumentado en más de dos millones de personas, hasta los 18,9 millones, según la última encuesta EPA. Esta dinámica es muy buena para el consumo y, por tanto, para que se creen más empresas. Sin embargo, en el polo negativo está que también observamos que los salarios siguen estancados, fruto en parte de la todavía amplia holgura del mercado de trabajo, lo que repercute negativamente en la capacidad adquisitiva. Esto, unido al repunte sostenido del precio del petróleo, puede afectar negativamente al consumo, al lastrar la capacidad adquisitiva, y, por tanto, a las expectativas de negocio de los emprendedores.
No podemos olvidarnos del otro sector que también aporta mucha energía al emprendimiento, como es la construcción. Como hemos señalado antes, la construcción es una clara beneficiaria del renovado ímpetu de la economía española y de las favorables condiciones de financiación empresarial, resultado de la firme política monetaria expansiva del BCE, que suponen un claro incentivo para invertir en nuevos proyectos. Así, el número de empresas de la construcción creció en enero un 9,4%.
Pero hay otros sectores también ayudan a la subida del emprendimiento. El turismo tiene las pilas puestas (los datos oficiales señalan que España recibió 82 millones de turistas en 2017 y el contador sigue subiendo), y no es de extrañar que el sector de la hostelería sea uno de los más activos en el emprendimiento. En enero se dieron de alta 856 nuevas empresas del sector.
El empuje del turismo arrastra a otros sectores como el inmobiliario. Con un carácter más profesional y lejos de los excesos de la burbuja, esperamos avances en todos los segmentos de actividad inmobiliaria: hotelero, hogar, retail, logística, oficinas... La demanda inmobiliaria, tanto de inversión como de particulares no para de crecer. De hecho, nuestra previsión es que solo en la compraventa de viviendas el mercado mantenga este año un ritmo claramente superior a las 40.000 operaciones mensuales. Ante el potencial de un sector en pleno crecimiento, en enero se dieron de alta 795 nuevas empresas de actividades inmobiliarias, un 13,6% más que en 2017 y un capital suscrito de nada menos que 137,4 millones de euros.
Pero toda esta potencia emprendedora requiere de servicios financieros cada vez más avanzados. Por eso, otro sector que va a ser necesario seguir con especial interés es el de actividades financieras (382 altas en enero, un espectacular crecimiento del 27,8%). Así, si bien es cierto que la banca tradicional sigue inmersa en un proceso de concentración, las nuevas tecnologías y la gestión del Big Data están abriendo un enorme abanico de posibilidades de emprendimiento en el campo de la prestación de servicios financieros.
España es uno de los países que más profundamente ha sufrido la crisis económica que empezó justo ahora hace 10 años y de la que todavía se están padeciendo algunas consecuencias, como la desigualdad social, el desequilibrio en las cuentas públicas y el aumento del desempleo. Sin embargo, durante todo este tiempo, el emprendimiento ha seguido peleando, con un balance acumulado entre 2008 y el primer mes de este año es de algo más de 930.000 sociedades. Con toda seguridad, el periodo 2008-2018 se saldará con más de un millón de empresas creadas, como lo demuestra un comienzo de año en el que la actividad emprendedora ha empezado con las pilas cargadas.