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El comercio mundial remonta el vuelo

El comercio mundial remonta el vuelo

El mayor cambio económico del año 2017 ha sido la intensa recuperación del comercio mundial, que ya crece al mismo ritmo que el PIB. Esa es la conclusión del Boletín Trimestral de Coyuntura Económica FOCUS, que acaba de publicar nuestro Gabinete de Estudios Económicos. El comercio mundial empezó a cobrar impulso y remontar el vuelo a partir del verano y desde entonces mantiene una buena inercia que favorece el crecimiento de la economía mundial. Así, la previsión es que el PIB mundial se sitúe en tasas de crecimiento superiores al 3% tanto en 2018, como en 2019.

En este sentido, es muy interesante el papel que puede jugar China, donde a lo largo de los últimos 10 años se ha operado una transformación profunda de su modelo económico. Si en 2007 tenía un superávit exterior del 10%, con la producción industrial y las exportaciones como gran motor económico, ahora el gigante asiático se caracteriza por la inversión en energía, especialmente la de carácter renovable, y el consumo privado. De hecho, el superávit exterior ha caído hasta solo el 1% y en breve se transformará en déficit. China ha pasado de ser la fábrica del planeta a unos de los principales impulsores del comercio mundial.

Por primera vez en mucho tiempo, los riesgos internacionales, tanto al alza como a la baja, están equilibrados y los principales organismos internacionales admiten que ya no están sesgados a la baja. Además, la mayor recuperación de la demanda mundial se concentra en EE UU y Europa, el mayor caladero para las exportaciones españolas. De hecho, la economía de la eurozona ha recuperado el nivel de empleo previo al estallido de la crisis y está experimentado la mayor tasa de crecimiento desde 2007, gracias entre otras cosas a la política monetaria ejecutada por el BCE.

Este dinamismo europeo le viene muy bien a España, que concentra dos tercios de sus ventas exteriores en el mercado europeo. Este buen momento, tanto de la economía europea, como mundial, debería permitir que el esfuerzo de diversificación geográfica de las exportaciones que las empresas españolas han llevado a cabo en los últimos años, siga contribuyendo al crecimiento de la economía. Todo ello en un contexto en el que esperamos una desaceleración del consumo privado interno y especialmente de la inversión, donde esperamos que el crecimiento pase del 3,9% previsto para 2017 al 2,6% en 2018, debido al importante ajuste proyectado en el avance del gasto en maquinaria y bienes de equipo. El impulso que esperamos del gasto público (del 1,2% al 1,6%), no va a ser suficiente para compensar estas dinámicas negativas de consumo doméstico e inversión. De ahí la buena noticia de los nuevos bríos que ha tomado el comercio mundial y que permitirán a las empresas españolas (cuyos costes laborales unitarios son notablemente menores que los de sus competidores europeos) jugar la baza del sector exterior.

Para 2018 esperamos un crecimiento del PIB español del 2,5%, frente al 3,1% con el que anticipamos que se cerrará 2017. Aunque el ajuste es reseñable en términos relativos, no se puede olvidar que, de acuerdo con nuestras expectativas, el año que viene se logrará completar un lustro de crecimientos positivos, con las beneficiosas consecuencias que ello tiene. No en vano, el crecimiento acumulado entre 2015 y 2017 es del 9,8%, frente al 6,2% de la eurozona y el 5,7% de EE UU. Y esto se ha conseguido con una característica novedosa para la economía española en comparación con anteriores ciclos expansivos, el hecho de que la balanza por cuenta corriente cierra en 2017 su quinto año consecutivo en superávit.

Gracias a esta buena salud económica se han creado en España en los últimos tres años más de un millón y medio de puestos de trabajo. Ahora toca seguir aprovechando el tirón internacional para resolver desequilibrios tales como la elevada tasa de temporalidad o el importante volumen aún existente de parados de larga duración, entendido como aquellas personas que llevan más de un año en esa situación, que representa un 43,6% del total de desempleados.

En definitiva, las perspectivas siguen siendo favorables y la economía española podrá aprovecharse del viento de cola que proporciona la recuperación del comercio mundial en un contexto en el que hay presentes desafíos no menores: en plano geopolítico internacional, la escalada de tensión entre Corea del Norte y EE UU; en el terreno económico, el endurecimiento de la política monetaria de los bancos centrales, y, en clave doméstica, la cuestión catalana, aún no resuelta.

Para más información puedes descargar el informe completo FOCUS Boletín Trimestral de Coyuntura Económica en el siguiente enlace:

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Etiquetas: axesor economía España FOCUS

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