La recuperación inmobiliaria es un hecho y, según nuestras previsiones, va a ir a más. De momento, el PIB del sector a precios de mercado, corregido y desestacionalizado, alcanzó en el tercer trimestre un nuevo récord histórico llegando a 28.627 millones de euros, un 9,78% del PIB total nacional en ese periodo, según los datos del INE. En ningún trimestre entre los años 2000 y 2008 la representatividad del sector inmobiliario llegó a alcanzar ni siquiera el 9% en el conjunto del PIB, lo que habla muy claro del dinamismo actual. De hecho, de acuerdo con el Radar Empresarial que acaba de publicar nuestro Gabinete de Estudios Económicos, las ampliaciones de capital efectuadas por el sector inmobiliario están en máximos de los últimos 10 años, al registrar entre enero y noviembre la cifra de 8.702,67 millones de euros.
El sector inmobiliario se consolida así como el segundo más importante en cuanto a ampliaciones de capital, por detrás del financiero, que consigna 15.326 millones, pero muy por encima de la construcción, que lleva 3.412,9 millones de euros. En definitiva, todo un récord para el sector inmobiliario, a pesar de que los meses de octubre y noviembre reflejan unas caídas interanuales respectivas del 18,9% y el 38,3% en cuanto a los importes movilizados a través de ampliaciones de capital. En todo caso, nuestros modelos de previsiones apuntan a que el sector va a ir ganando velocidad en los próximos meses. El sector inmobiliario va engordando y ganando peso.
Así, en cuanto al precio del metro cuadrado de la vivienda, nuestros análisis confirman la consolidación de la tendencia de subida iniciada hace unos meses y estimamos que en el otoño del año que viene alcanzará un precio medio de unos 1.585 euros, llegando así a los niveles más elevados desde finales de 2012, cuando el mercado aún estaba ajustándose y en plena fase de caída; la vivienda libre superará los 1.600 euros por metro cuadrado. Estos precios son equiparables a los de finales de 2004 y comienzos de 2005 (el metro cuadrado lleva 15 años por encima de los 1.000 euros), pero se queda lejos de los más de 2.000 euros que llegaron a verse entre 2007 y 2008. En todo caso, no hay que olvidar nunca que la evolución del mercado es muy desigual y que la recuperación de este mercado se concentrará principalmente en las llamadas zonas prime.
En todo caso, esperamos que la compraventa de viviendas siga creciendo de manera consistente durante los próximos meses, exhibiendo un dinamismo particular en el caso de las operaciones de vivienda nueva, aspecto que consideramos que puede ser indicativo de nuevas construcciones en ciudades con presión de fuerte demanda y donde el stock de vivienda está empezando a agotarse. De hecho, nuestros modelos indican que el promedio de compraventa de viviendas durante el próximo año superará claramente las 40.000 operaciones al mes, unos ritmos no vistos desde precisamente los últimos coletazos del boom inmobiliario, en 2008.
En estas circunstancias y con un escenario de tipos de interés todavía benigno (no anticipamos cambios en los tipos de referencia del BCE antes de 2019), nuestra previsión es que la firma de hipotecas vaya claramente al alza. Para el periodo enero-septiembre de 2018, esperamos que se formalicen más de 260.000 préstamos hipotecarios, por encima de los 240.000 que tuvieron lugar en el mismo periodo de 2017; los 212.000 de 2016 y los 187.000 de 2015.
Las expectativas de la trayectoria hipotecaria son imponentes, pero a años luz de los tiempos de la burbuja. Basta recordar que entre enero y septiembre de 2007, se alcanzó la meteórica cifra de 976.248 nuevas hipotecas. No se trata solo de que donde hace 10 años había 60 entidades financieras ahora queden poco más de una docena, también ocurre que los criterios de los bancos y los colchones de liquidez que están obligados a mantener en el balance son hoy mucho más estrictos. En conclusión, el sector inmobiliario está ganando peso, aunque esperamos que esta vez sea de forma más contenida y sana.