El sector comercial es una pieza clave en el camino del crecimiento económico. De acuerdo con nuestras estadísticas es el sector en el que más empresas se crean con diferencia: entre enero y septiembre se han dado de alta 15.898 sociedades de capital, una de cada cinco nuevas compañías creadas este año, según los datos recién publicados en nuestro Radar Empresarial. Entre 2008 y 2017 se han registrado más de 198.000 nuevas empresas del sector comercial, sobre un total de más de 900.000 sociedades, lo que deja negro sobre blanco cuál es la preferencia de los emprendedores españoles a la hora de comenzar una aventura empresarial. Sin embargo, pese a sus contundentes cifras, el dato acumulado en este año es un 12,4% inferior al del mismo periodo de 2016. En paralelo, los concursos de acreedores del sector van creciendo. En lo que va de año se han iniciado 670 procesos formales de insolvencia, más que en ningún otro sector y un 6,5% más que el año pasado. En el conjunto del tejido empresarial se han dado 3.063 concursos (+3,4%), lo que significa que uno de cada cinco casos registrados en España ha tenido lugar en el sector comercial. Estos datos coinciden con un momento en el que Axesor observa una cierta desaceleración de la demanda interna, de momento compensada por el sector exterior. En el camino del sector comercial empiezan a crecer los interrogantes.
Lo que no es ninguna incógnita es que la recuperación económica se ha apoyado en el sector servicios, que no en vano representa el 66% del PIB nacional. Y la partida comercial es, dentro del sector servicios, una de las más importantes, integrada junto con hostelería y transporte en el INE, estos tres sectores suponen por sí solos un 21% del PIB. A nivel laboral, el sector comercial también es esencial: es el sector que individualmente más ocupados tiene, con 2,99 millones al cierre del segundo trimestre de 2017 (un 15,9% del total) y es también el que ostenta más parados registrados: 282.000 personas también en el segundo trimestre de 2017 (7,2%).
Una de las características de la recuperación actual y en la que desde Axesor hemos insistido repetidamente a través de nuestro boletín de Coyuntura Económica FOCUS es que la recuperación se ha basado en actividades de poco valor añadido y, por lo tanto, baja remuneración. En este sentido, el aumento en el consumo experimentado durante los últimos años no se ha basado en una mejora clara de la capacidad adquisitiva, sino en un aumento del número de personas ocupadas y en el componente psicológico de la mejora de las expectativas laborales, un factor que suele animar al consumo. Otro elemento que también ha podido contribuir al buen tono del consumo en los años anteriores es la progresiva liberación de una parte de la renta disponible, a medida que el desapalancamiento de los hogares ha ido avanzando desde los máximos alcanzados durante la burbuja inmobiliaria.
Pero lo cierto es que ahora la economía tendrá que lidiar con algunas incógnitas importantes y la actividad comercial no es ajena a esta situación. Por un lado, en el plano doméstico es inevitable referirse a la cuestión de Cataluña. Si la incertidumbre persiste durante un tiempo prolongado, ésta podría afectar, como es lógico, a la actividad de sectores como el comercio y el turismo. Y en el plano europeo, el BCE, que ha jugado un papel central en el mantenimiento del sistema financiero, la reactivación del flujo de crédito y la financiación de administraciones públicas, empresas y hogares, se apresta ahora a empezar a retirar los estímulos. Pensamos que aún queda un largo camino para que el banco central comience a subir los tipos de interés y encarecer el precio oficial del dinero, aunque hay que tener en cuenta cómo anticipará el mercado esa subida. Está por ver el impacto que un escenario alcista de tipos, tanto en el corto como en el largo plazo tendrá en una estructura económica como la española, muy dependiente aún del crédito bancario. Todo lo que se pueda avanzar en diversificar las fuentes de financiación redundará en el fortalecimiento de la economía.
En todo caso, la actividad económica sigue manteniendo un gran estado de forma. Y es que la desaceleración que esperamos será leve, pues nuestro pronóstico para 2018 es de un crecimiento del PIB del 2,8%, que seguirá estando muy por encima de nuestros socios europeos.