La economía española avanza a buen ritmo. Todos los indicadores de actividad están dando señales de un buen comportamiento y el crecimiento alcanzará este año cotas próximas al 3%, según se anticipa en nuestro último Boletín Mensual de Coyuntura Económica FOCUS brief, que acaba de difundir nuestro Gabinete de Estudios Económicos. Uno de los grandes puntales es el sector exterior, desde el que no paran de llegar alegrías. Las exportaciones han cogido la directa, van a toda máquina: hay hasta 10 comunidades autónomas donde las exportaciones de bienes han comenzado el año con crecimientos superiores al 10% en variación interanual, la mitad crecen incluso por encima del 20%.
La actividad económica del país sigue beneficiándose de los grandes esfuerzos realizados en competitividad en los últimos años (con una reducción muy notable de los costes laborales unitarios), la relativa debilidad del euro y los tipos de interés tan extraordinariamente bajos. Por sectores, destaca la fortaleza que exhiben los productos químicos, la industria del automóvil, la alimentación y los bienes de equipo. Y es que el crecimiento de las exportaciones de bienes españoles (12,6%) ha cogido tal velocidad que ha dejado atrás a las de la zona euro (8%), a las del conjunto de la UE (7,9%) y también a las de Estados Unidos y Japón, que registran tasas próximas al 7%.
Una buena noticia es que si en los últimos meses estaba decayendo bastante el mercado de la UE, en marzo las exportaciones a los países de la UE levantaron el vuelo, con un crecimiento del 10%. Mientras tanto, las exportaciones hacia más allá de las fronteras de la UE saldaron el primer trimestre del año con un crecimiento del 13,5%, prácticamente el triple que el crecimiento registrado entre octubre y diciembre. De hecho, los datos de Contabilidad Nacional reflejan un fuerte avance de las ventas con destino a China, un mercado con un inmenso potencial. El sector exportador va de éxito en éxito.
No en vano, el saldo de las cuentas corriente y de capital de España ponen de manifiesto que desde febrero de 2016 a febrero de 2017 ya se habían acumulado 25.700 millones de euros, rebasando la capacidad de financiación que reflejaban las cuentas al cierre de 2016 (23.600 millones de euros). Basta un detalle para ratificar la potencia que está exhibiendo el sector exterior: el saldo de las cuentas corrientes y de capital de enero y febrero de 2016 fue negativo (-1.800 millones); pues bien, en claro contraste, el de enero y febrero de este año fue positivo, con un resultado de 400 millones de euros.
Este buen comportamiento de las ventas en el exterior tiene una relevancia especial, dada la importancia que las exportaciones en los resultados de las grandes empresas. Si en el año 2007 el peso de las ventas en el exterior suponía solo el 15,3% de los ingresos de las compañías más importantes, en el primer trimestre de este año ese porcentaje ha subido hasta el 24,4%.
Ahora bien, mucha atención al diferencial negativo de inflación con la eurozona (2,6% en abril frente al promedio del 1,9% del área monetaria) que perjudicará a la competitividad al menos durante el primer semestre del año. Y es que, pese al buen tono de la economía, los desafíos siguen siendo importantes: consolidar las cuentas públicas, reducir el desempleo y la desigualdad social, fortalecer el crecimiento potencial, y elevar la apuesta por la I+D, entre otros.
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