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La caída de la morosidad empieza a echar el freno

La caída de la morosidad empieza a echar el freno

La morosidad sigue cayendo en España y eso son buenas noticias. Así lo confirma nuestro último Boletín Trimestral de Morosidad PULSE. La economía está logrando la cuadratura del círculo, que es crecer mientras la masa total de crédito se contrae. Al mismo tiempo, los esfuerzos de saneamiento de los balances y ahorro acometidos por las empresas están permitiendo que la morosidad todavía caiga aún más rápido. Sin embargo, este ajuste va a bajar de ritmo en los próximos meses, según indican nuestros modelos. Así, si el volumen de créditos morosos concluyó febrero en unos 113.700 millones de euros, una caída del 15,7% en tasa interanual, a partir de junio los retrocesos serán de solo un dígito. Mientras tanto, nuestra previsión es que el saldo total de crédito no solo mantenga su velocidad actual de descenso, sino que lo acelere, con probabilidades de caer por debajo de la cota de 1,18 billones durante el próximo verano.

Estas distintas velocidades tendrán su repercusión en la ratio de morosidad. Los cálculos de nuestros modelos señalan que la ratio, que ha bajado hasta los niveles de hace cinco años, logrará caer por fin por debajo del 9% para finales del semestre. Sin embargo, la cadencia del ajuste va a descender notablemente: contrariamente a lo que venía sucediendo hasta ahora, las caídas en términos interanuales van a ser de un solo dígito y cada vez más bajas. Tan es así que no descartamos que en verano la ratio vuelva a estar otra vez por encima del 9%.

La economía española ha mejorado mucho sus fundamentos. El proceso de desapalancamiento privado ha sido uno de los más intensos del mundo, si no el más importante dentro del conjunto de economías desarrolladas. España también puede presumir de su crecimiento económico, incluso aunque este año el ritmo de expansión vaya a ser inferior al del año pasado (esperamos un 2,7% frente al 3,2% de 2016), estará por encima de los principales países europeos. El mercado laboral también exhibe unos buenos datos de crecimiento, si bien la población activa y la tasa de desempleo todavía están lejos de los niveles a los que se situaban en el preludio de la crisis. Sin embargo, a la economía española todavía le queda por delante un camino muy largo hacia la normalización y la ratio de morosidad es un buen reflejo de ello, ya que sus tasas actuales distan muchísimo de los rangos en los que estaban entre los años 2003 y 2007, cuando llegó a situarse por debajo del 1%.

El elemento determinante es la evolución de la morosidad está siendo el de los sectores inmobiliario y de la construcción. La singladura del ladrillo en términos de morosidad no deja de dar buenas noticias y va a seguir haciéndolo. En términos totales ha caído más de un 60% desde los tiempos críticos de 2012, cuando llegó a superar los 100.000 millones de euros. El saldo moroso en febrero fue de 41.560 millones de euros y esperamos que para el término del primer semestre el volumen se quede en unos 34.870 millones de euros, una caída en términos interanuales del 23,56%.

Aún así, los datos siguen siendo muy elevados, sobre todo si se compara con el crédito hipotecario para hogares. El volumen de crédito con garantía hipotecaria de las familias es más del triple que los importes concedidos a las empresas del ladrillo (495.930 millones frente a 157.480 millones de euros en febrero) y, sin embargo, su saldo de créditos morosos es notable inferior (22.250 millones de euros) y seguirá siéndolo. El resultado es que la ratio de morosidad de los hogares es del 4,49%, mientras que la de las empresas del ladrillo es del 26,4% y aunque esperamos que baje a un buen ritmo, la vemos en el entorno del 24,6% para el final del primer semestre. Es decir, a pesar las notables mejoras, para mediados de 2017 el nivel de morosidad todavía equivaldrá a uno de cada cuatro euros concedidos a este sector; ahí es nada.

Una buena noticia del conjunto del tejido empresarial es que la ratio de incumplimiento (empresas que no pueden hacer frente a sus obligaciones o dan la certidumbre que así va a ser) está ya por debajo del 1%. En conclusión, España tiene unos cimientos sólidos que debe aprovechar para atajar los desequilibrios pendientes, que aún son muchos.

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Gabinete de Estudios Económicos de axesor

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