La tendencia concursal consolidada a lo largo de los últimos tres años está, en estos momentos, en cuestión. La evolución de los concursos parece embarcada en una vertiginosa montaña rusa. Si el ejercicio comenzó con un espectacular ascenso en tasa interanual del 46% en la estadística concursal, rompiendo así de manera espectacular con 38 meses consecutivos de caída, en febrero se retomó la senda bajista con un descenso de nada menos que el 16%; sin embargo, los números de marzo vuelven a dar la vuelta a la situación: el mes pasado se iniciaron 386 nuevos procesos formales de insolvencia, un aumento del 6,3% sobre el mismo mes de 2016. En abril del año pasado tuvieron lugar 376 concursos, esa es la marca a batir. A priori, hay posibilidades de que la tasa caiga de nuevo por un efecto meramente de calendario: el año pasado la Semana Santa fue en marzo, mientras que este año cae en abril.
El dato de abril de 2016 fue el más bajo para ese mes desde 2008, con lo que el listón ya está tan bajo que será difícil mejorarlo. Y es que más allá de las comparativas mensuales, la estadística concursal cada vez cae con una intensidad menor. El año 2013 marcó el punto máximo en la crisis concursal, cada día caían más de 35 empresas en el proceso concursal, del que, al menos en España, son excepciones las que salen con vida. El promedio al cierre del primer trimestre de este año es de 18,5 concursos al día, prácticamente la mitad que en los momentos más duros de la crisis. Hasta ahora los concursos siempre han ido bajando, pero con cada ejercicio que pasa, la fuerza de la caída es menor. El promedio mensual cayó un 26,2% en 2014 (se situó en 542,3 concursos al mes); en 2015, la media de concursos al mes se situó en 426,2, lo que suponía un descenso del 21,4% sobre el ejercicio anterior; en 2016 la media se situó en 344,3, un descenso del 19,2%. En los tres primeros meses de este año, el promedio vuelve a estar por encima: 389,6 al mes, en la comparativa entre los respectivos primeros trimestres de 2016 y 2017, lo cierto es que los concursos suben un 8%.
Ante esta situación, la pregunta es ¿Han dejado de caer los concursos? De momento, no hay respuesta a esa cuestión y eso en sí ya constituye toda una novedad, ya que durante 2014, 2015 y 2016 no había ninguna duda de que los concursos seguirían descendiendo en picado. Ahora ya no queda tan claro. En el balance de los tres primeros meses del año ya hay nueve sectores de actividad que han superado los 50 concursos. Se trata de actividades tan diversas como comercio y distribución (230 casos); construcción (225 incidencias); industria manufacturera (147 registros); actividades profesionales, científicas y técnicas (103 anotaciones); hostelería (77 procesos); actividades inmobiliarias y transporte y almacenamiento (ambas con 72 insolvencias judiciales); administración y servicios auxiliares (54 inscripciones), e información y comunicaciones (53 concursos declarados). Si al final los concursos suben o bajan será por lo que suceda en estos sectores. Pues bien, lo cierto es que a fecha de hoy en todos ellos están aumentando los concursos, con la excepción de la construcción (-4% en tasa interanual) y la hostelería (-11% de retroceso).
La economía española tiene unos fundamentos sólidos, volverá a crecer este año a un ritmo notablemente mayor que el del resto de Europa, nuestra previsión es que el PIB mejore un 2,7% y que en 2018 se volverá a batir el umbral del 2%. Pero la clave para el crecimiento radica en el sector exportador. Las empresas que no sepan adaptarse a este nuevo entorno competitivo van a tener problemas en un entorno global caracterizado por la irrupción de la llamada economía digital, que hace que los cambios en la actividad y los modelos de producción vayan a una velocidad muy superior a la que lo hacían en anteriores ciclos. Por eso, aunque el nivel de PIB de España ya esté a punto de alcanzar y rebasar al del año 2008, en principio es poco probable que a corto plazo los concursos vayan a descender a los promedios de los primeros tiempos de la crisis, que se situaron en 215,8 concursos mensuales. De momento, el panorama para la estadística concursal es seguir rodando por esa especie de montaña rusa en la que se está convirtiendo el ejercicio 2017.