La crisis económica ha tenido un profundo impacto en la disponibilidad de crédito, que ha llevado a las empresas a recurrir profusamente a las ampliaciones de capital para afrontar tanto sus proyectos de expansión y crecimiento, como otras necesidades más perentorias. Desde el año 2008 hasta la fecha, las ampliaciones de capital efectuadas por sociedades mercantiles rondan los 454.400 millones de euros. Este importe equivale a más del 45% del PIB nacional, lo que, por cierto, pone de manifiesto la capacidad de las empresas españolas para apelar a sus accionistas y nuevos inversores. En la actualidad, el escenario es completamente distinto al del principio, hasta el punto de que 2016 será el año en el que menos importes se han movilizado en toda la crisis mediante la fórmula de las ampliaciones de capital. De acuerdo con los datos analizados por nuestro Gabinete de Estudios Económicos y recientemente publicados en la segunda edición de su Radar Empresarial de Noviembre, las ampliaciones de capital registradas entre enero y noviembre ascienden a 28.909,1 millones de euros, un retroceso del 14,7% respecto al mismo periodo de 2015.
Es especialmente llamativa la caída del sector de la construcción (-47,3% en la comparativa interanual), que, con 3.415,51 millones de euros acumulados está en mínimos de la crisis; el sector de actividades financieras y de seguros desciende un 5,6% en términos relativos (9.673,96 millones de euros), mientras que el segmento de actividades inmobiliarias (5.469,56 millones de euros), cae un 19,1%. Estos tres sectores representan dos de cada tres euros que se suscriben en España en ampliaciones de capital. Sin embargo, si las ampliaciones están ahora en mínimos, no ocurre lo mismo con su reverso, las reducciones de capital. En los 11 primeros meses del año alcanzan los 28.033,62 millones de euros, casi tanto como el capital canalizado en ampliaciones, un 34,6% más que en 2015 por las mismas fechas.
Los argumentos principales para efectuar una reducción de capital son una fuerte caída de ventas o bien una situación grave de deterioro patrimonial. Y el hecho es que las reducciones de capital están aumentando. La clave de la evolución de las reducciones de capital en 2016 radica en el sector de actividades financieras y de seguros, con 14.419,5 millones de euros, un 134,6% más que en el año 2015 por las mismas fechas, un volumen solo superado en el año 2013.
Es decir, el 51,4% de todo el capital drenado este año a través de las reducciones de capital, corresponde al sector financiero. De igual modo, los sectores más relevantes en términos de ampliaciones de capital, también lo son en las reducciones. De hecho, en muchos casos, las ampliaciones corresponden a operaciones acordeón en las que simultáneamente se ha reducido el capital de la empresa; esto ocurre cuando una sociedad está en una situación de deterioro patrimonial tan grave que se ve obligada a reducir capital, pero al mismo tiempo confía en mantener la actividad y por eso procede a ampliar capital. En todo caso, las actividades inmobiliarias son protagonistas este año de las reducciones de capital, con un total de 2.834,97 millones de euros, seguidas de la construcción (2.274,06 millones de euros) y del segmento de actividades profesionales, científicas y técnicas, que ha reducido capital por un volumen equivalente a 1.380,11 millones de euros. Por último, conviene llamar la atención sobre el segmento de información y comunicaciones, con 3.710,53 millones de euros, un volumen nunca visto en este sector y que se corresponde mayoritariamente a las operaciones que tuvieron lugar en noviembre (3.298,78 millones de euros).
Las reducciones de capital siempre han sido inferiores a las ampliaciones a lo largo de la crisis. De hecho, el volumen acumulado desde 2008 es de poco menos que 145.000 millones de euros. Sin embargo, la tendencia no es la misma que a comienzos de la crisis. Las reducciones de capital superaron por primera vez la barrera de los 10.000 millones de euros en el año 2011 y a partir de entonces no han vuelto a situarse nunca por debajo de ese nivel. En 2013 se alcanzaron los volúmenes más elevados, con 32.328,5 millones de euros, coincidiendo en el tiempo con los máximos históricos de ampliaciones (81.864,21 millones de euros), lo que explica a qué respondían en realidad buena parte de los movimientos registrados.
De nuevo es la banca quien lidera las reducciones de capital a lo largo de estos casi 10 años: 53.672,3 millones de euros, un 37% del total, lo que da una idea de la magnitud del ajuste que ha padecido el sector financiero durante estos años, un ajuste que, por cierto, todavía no ha terminado.
El ladrillo tampoco se ha quedado corto en lo que ha reducciones de capital se refiere. Las constructoras acumulan 28.404,7 millones de euros y las actividades inmobiliarias, 15.532,26 millones de euros. Es decir, banca y ladrillo representan 97.609,26 millones de euros, al igual que con las ampliaciones, dos de cada tres euros drenados del tejido industrial español a consecuencia de la crisis. Los estrechos vínculos en estos tres sectores se ponen así de manifiesto.
La economía española ha mejorado. El PIB crece a buen ritmo, claramente por encima del promedio de la UE y seguirá haciéndolo el año que viene, aunque a un ritmo algo menor que ahora. Sin embargo, como ponen de manifiesto las reducciones de capital, estas buenas perspectivas no pueden hacer olvidar los numerosos frentes abiertos, como la necesidad de consolidar las cuentas públicas, combatir la desigualdad social y el paro estructural, así como mejorar la productividad y reorientar el modelo económico para hacerlo más resistente a eventuales shocks venideros.
Gabinete de Estudios Económicos de axesor