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La gran incógnita del desplome de las ampliaciones de capital

¿En qué tipo de empresas creen los emprendedores españoles que hay futuro?

Nuestro Gabinete de Estudios Económicos acaba de publicar el Radar Empresarial mensual, dedicado al análisis de las ampliaciones de capital en España, en el que se constata el desplome de esta estadística. En mayo se registraron ampliaciones por un importe de 2.228,18 millones de euros, lo que supone una caída del 17,3% comparado con el mismo mes del año pasado. En el conjunto del año, las sociedades mercantiles españolas llevan acumulados 14.671,35 millones de euros, lo que supone un retroceso del 11,4% en términos comparativos con los cinco primeros meses de mayo de 2015, año que ya fue el peor en toda la crisis.

Quien está protagonizando ahora las ampliaciones son las pequeñas empresas, la categoría de sociedades con menos de 50 empleados que, según cálculos del Ministerio de Industria, engloba a nada menos que el 99% del tejido empresarial español, por encima del promedio de la UE. Las pequeñas empresas llevan ocho meses consecutivos registrando volúmenes mensuales superiores a los 1.000 millones de euros y en lo que va de año han alcanzado ya los 8.142,21 millones de euros, lo que supone un incremento del 33,5% respecto al mismo periodo de 2015. De hecho, solo en mayo alcanzaron los 1.721,98 millones de euros, lo que implica un ascenso del 89,9% respecto a mayo del año pasado. Las ampliaciones efectuadas por las pequeñas empresas suponen el 55,5% del total, es decir, ostentan el liderazgo absoluto. El año pasado, su representatividad fue del 40,4%. No en vano, los años en los que las ampliaciones de capital han alcanzado unos mayores importes han sido aquellos en los que las grandes empresas, especialmente en el sector financiero, han encabezado la estadística, ya que su capacidad para movilizar capital es mucho mayor. Un cambio en la tendencia actual, daría un giro a la estadística.

La estadística está actualmente en los niveles más bajos en 10 años, de seguir así, el primer semestre concluirá con un volumen inferior a los 20.000 millones de euros, siempre en términos nominales y sin tener en cuenta la prima de emisión. La última vez que sucedió esto fue en 2010. El balance final de aquel año fue de 38.789,3 millones de euros, una de las lecturas más bajas en toda la crisis. El panorama entonces era diferente al de ahora, puesto que hace seis años la crisis iba ganando en velocidad y profundidad, el grifo de crédito estaba completamente cerrado y el ascenso imparable de la prima de riesgo de España (la penalización de los mercados financieros) copaba los titulares de prensa. Hoy, el BCE ha inundado de liquidez a los mercados y ha llevado los tipos a cero; la situación continuará así al menos hasta entrado el año 2017. Las entidades financieras han abierto la mano y vuelven a conceder crédito a las grandes empresas, que ya no necesitan recurrir a la fórmula de las ampliaciones de capital. Pero amenaza tormenta en el horizonte. El resultado del referéndum británico a favor de abandonar la Unión Europea ha desatado un cataclismo en los mercados financieros de proporciones difíciles de calibrar. La puesta en marcha del temido 'Brexit' abre un largo periodo de incertidumbre que tendrá consecuencias económicas profundas.

Y es que históricamente, las ampliaciones de capital han estado lideradas en España por el sector financiero, que desde el año 2008 hasta la fecha ha realizado operaciones por un importe en términos nominales (las primas de emisión suelen ser cuantiosas en el caso de los bancos) de unos 173.325 millones de euros, equivalente a más del 17% del PIB. El sector financiero ha registrado todos los años ampliaciones por más de 9.000 millones de euros, pero en los cinco primeros meses del año lleva 3.369,93 millones de euros, un descenso del 42,8% en términos interanuales. La conclusión del rescate bancario aprobado por Bruselas en 2012 se ha dejado sentir en la estadística de ampliaciones de capital. Sin embargo, el panorama se complica de pronto mucho más de lo que ya estaba: si para la banca ya era un desafío la política de tipos cero impulsada por los bancos centrales, que facilita el pago de los créditos ya concedidos, pero al mismo tiempo erosiona los márgenes hasta niveles extremos, el 'Brexit' abre un periodo de inestabilidad muy negativo para el sector financiero. De igual modo, a la banca le espera por delante una nueva ronda de concentraciones y reordenación. Todos estos elementos, pueden terminar pesando sobre la reapertura del grifo de crédito, que se aceleró a partir del último semestre de 2015, con sus consecuencias inevitables sobre la evolución de las ampliaciones de capital. El camino por delante aún no está escrito.

 

Gabinete de Estudios Económicos de axesor
Categorías: Radar Empresarial

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