En los cuatro primeros meses del año se han registrado ampliaciones de capital por parte de sociedades mercantiles por un importe de 12.443,17 millones de euros, según los datos registrados por nuestro Gabinete de Estudios Económicos y publicados en nuestro Radar Empresarial. Esta cifra implica un descenso del 10,3% sobre el mismo periodo del año pasado. Las ampliaciones de capital anotaron en 2015 el nivel más bajo en toda la crisis, al cerrar en 36.305,22 millones de euros. La mejoría del panorama económico (la previsión de crecimiento contemplada en nuestro boletín FOCUS es del 2,7%) y una cierta mejora en la financiación crediticia hacen menos necesario recurrir a la fórmula de las ampliación de capital. Si bien la mayoría de las actividades económicas de mayor relevancia en términos cuantitativos van a la baja, hay una que destaca justo por lo contrario, se trata del sector de actividades inmobiliarias. Este segmento lleva en lo que va de año 3.062,89 millones de euros, lo que supone un incremento del 14,7% comparado con el mismo periodo del año pasado. Si se mantiene este promedio en lo que queda de año, el sector inmobiliario superará los 9.000 millones de euros en ampliaciones de capital por primera vez en toda la crisis.
En lo que va de año, prácticamente uno de cada cuatro euros destinado a ampliaciones de capital va a parar al negocio inmobiliario, su representatividad es del 24,5%, unos niveles nunca vistos durante la crisis. Este sector siempre ha sido de una importancia capital en la estadística de ampliaciones, pero, tradicionalmente se ha situado por detrás del segmento de actividades financieras y del de la construcción. En 2016, sin embargo, son las empresas inmobiliarias las que ostentan el liderazgo. En lo que se refiere a ejercicios vencidos, la primera vez que el sector inmobiliario superó una cuota de representatividad del 20% fue el año pasado, cuando captó 7.563,37 millones de euros (un incremento del 32,6% respecto al año 2014); en el resto de ejercicios siempre se ha mantenido en ratios próximos al 13%, salvo en 2013 cuando el impacto del rescate bancario lo dominó todo (ese año, el sector de actividades financieras experimentó ampliaciones por un importe de 49.694,13 millones de euros).
Desde el año 2008 hasta el momento, el sector inmobiliario ha efectuado ampliaciones de capital por un saldo total de unos 55.693 millones de euros, un volumen equivalente al 5,5% del PIB. Eso sí, la contrapartida es la trayectoria de las reducciones de capital, que va in crescendo. En el conjunto de la crisis, el sector inmobiliario ha reducido capital por valor de 14.807,7 millones de euros. Solo en el primer cuatrimestre, el volumen de reducciones de capital se eleva a 2.110,25 millones. La trayectoria de las reducciones (que habitualmente tienen lugar por fuertes pérdidas o por un descenso de las ventas) es claramente ascendente: en 2013 se registraron reducciones por 1.222,45 millones de euros en el inmobiliario; en 2014, se elevaron a 2.719,87 millones de euros y en 2015, a 3.500,97 millones, con mucho, la cifra más elevada en toda la crisis. Si se mantiene el actual promedio, el balance de 2016 será muy superior al del resto de años.
En conclusión, pese a su aparente pujanza, el sector inmobiliario no está exento de problemas. No en vano, aunque la compraventa de vivienda mantiene su ritmo de crecimiento, lo cierto es que el tirón del sector viene por la obra de segunda mano, que es la que se mantiene al alza, mientras que lo que se espera de la obra nueva es que persista a la baja. De igual modo, la mejoría del sector inmobiliario no tiene por qué trasladarse al conjunto de la construcción; así, los visados para obra nueva residencial van al alza, mientras que las licencias de obra pública se estancan. Aun así, de acuerdo con las previsiones contenidas en nuestro Boletín de Morosidad PULSE, la morosidad del crédito hipotecario a particulares y a empresas inmobiliarias está cayendo todos los meses a tasas de dos dígitos y nuestra previsión es que la morosidad para hogares se consolide este año por debajo del 5%, mientras que los préstamos a empresas inmobiliarias y de construcción se situará en niveles claramente inferiores al 30%.
Y frente a las crecientes cifras del sector inmobiliario, el segmento de actividades financieras ahondaba en el primer trimestre su declive. En lo que va de año, las ampliaciones (siempre en términos nominales) del sector financiero se sitúan en 2.926 millones de euros, un descenso del 40,9%, que supone en términos absolutos un descenso superior a los 2.000 millones de euros. Desde el comienzo de la crisis hasta la fecha, el sector financiero ha canalizado ampliaciones por un importe total de 172.882,5 millones de euros, es decir, más del triple que el sector inmobiliario. Pero su tendencia a partir de 2013 había sido claramente descendente: de 25.377,5 millones de euros en 2012, se pasó a 49.694,1 millones de euros en 2013, para situarse luego en 11.925,83 al año siguiente y en 9.808,4 millones de euros en 2015. Si se mantuviese el ritmo actual durante el resto del año, las ampliaciones de capital del sector financiero se quedarán por debajo de los 9.000 millones de euros por primera vez en toda la crisis. No obstante, las últimas noticias acaecidas en el ámbito financiero hacen difícil que se pueda cumplir esa expectativa, toda vez que una conocida entidad bancaria anunció el pasado 26 de mayo una ampliación por un importe nominal superior a los 1.000 millones de euros, que, una vez incluida la prima de emisión, se elevó a 2.500 millones de euros.
Este sector se encuentra además ante el desafío para los márgenes que supone la política ultralaxa de tipos cero por parte del BCE, al tiempo que se espera una nueva fase de concentraciones en el sector, tanto a nivel doméstico como europeo. Adicionalmente, la entrada en vigor de la nueva regulación sobre previsiones del Banco de España y de la normativa internacional de provisiones por pérdida esperada, frente a la actual pérdida incurrida, obligará al sector financiero a realizar mayores dotaciones de provisiones, incrementando los retos a los que de por sí ya se enfrenta la banca. Por lo tanto, después de meses de atonía, la banca puede empezar a volver a dar noticias muy pronto en lo que respecta a las ampliaciones de capital.
Gabinete de Estudios Económicos de axesor