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La encrucijada política condiciona la economía

Boletín Trimestral de Coyuntura Económica - Diciembre 2015

La economía española ha cerrado un buen ejercicio 2015, con un crecimiento que esperamos que sea del 3,2%, tal y como refleja el último número de FOCUS, el Boletín Trimestral de Coyuntura elaborado por nuestro Gabinete de Estudios Económicos. La actividad continuará a buen ritmo durante este año, si bien con algo menos de intensidad: pronosticamos una expansión del 2,6%. Ahora bien, la coyuntura económica está ahora pendiente del devenir político. Tal y como se esperaba, el resultado de las elecciones generales del pasado 20 de diciembre, dio como resultado un Parlamento sin mayorías absolutas, pero el reparto de escaños también ha hecho muy complicado la formación de acuerdos entre partidos que propicien un Gobierno estable; en consecuencia, un mes después de la celebración de los comicios, aún no se sabe quién será el presidente de Gobierno de la XI legislatura, ni siquiera si ésta tendrá una duración normal de cuatro años, o será más bien breve. En definitiva, la repetición de las elecciones es algo que no se puede descartar.

 

La economía española se ha visto ayudada por factores externos como el desplome del precio del petróleo, el dinamismo del comercio mundial, la depreciación del euro, la política expansiva del BCE y los bajos tipos de interés. En clave interna, las rebajas fiscales y la mejora del consumo, apoyada por el incremento de la masa laboral, han dado un impulso al crecimiento del PIB. Se prevé que todos estos factores contribuyan en menor medida a la economía durante 2016. Por otra parte, el aterrizaje de la economía china, que está creciendo al menor ritmo en 25 años, y sus efectos colaterales sobre el resto del mundo es uno de los elementos que a nivel internacional está resultando más desestabilizador.

La incertidumbre política no solo puede retrasar la adopción de reformas de calado, aún muy necesarias para la economía española. También puede perjudicar seriamente a la inversión de las empresas. La desaceleración de la inversión de las empresas explica que la creación de empleo pierda intensidad y justifica la desaceleración del consumo prevista para 2016. La falta de un Gobierno estable también puede dificultar la necesidad de corregir eventuales desviaciones en la ejecución presupuestaria de las Administraciones Públicas, cuyo cumplimiento es esencial para preservar la confianza de los inversores internacionales, algo vital para una economía tan apalancada como la española, cuya deuda pública supera ya el billón de euros y ronda el 100% del PIB.

Creemos que la incertidumbre política afectará a la economía durante por lo menos el primer trimestre. La inversión de las empresas ya perdió fuerza en el segundo semestre de 2015 y será el indicador más afectado en tanto en cuanto no se resuelva la ingobernabilidad. Y la cuestión catalana añadirá aún más incertidumbre.

Pese a todo, la tasa de paro, que es el principal desequilibrio de la economía española podría situarse alrededor del 20% para finales de año, con la creación de unos 900.000 empleos durante los dos últimos ejercicios. Ahora bien, el elevado desempleo mantendrá los salarios contenidos. Por lo tanto, esperamos que la recuperación de la demanda interna se apoye en un mayor número de ocupados y no en un aumento significativo del salario por trabajador, manteniendo así las ganancias de competitividad conseguidas en los últimos años. España se enfrenta al reto de conseguir que el crecimiento sea sostenido y sostenible. Para ello, se necesitan abordar retos como fomentar una libre competencia efectiva en los mercados, incentivar a las empresas para que reduzcan la temporalidad e impulsar un sistema eficiente de finanzas públicas.

Os invitamos a descargaros el informe en el siguiente enlace

 

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Etiquetas: axesor economía España Europa FOCUS

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