El ejercicio que concluye será, a expensas de alguna sorpresa de última hora, el año en que menos capital se ha canalizado durante la crisis por medio de ampliaciones de capital. El periodo enero-noviembre se ha saldado con 33.901,15 millones de euros, un 14,5% menos que el año pasado por estas fechas, según los datos que acaba de difundir nuestro Gabinete de Estudios Económicos en el último Radar Empresarial. El ejercicio 2014 concluyó con 42.233,96 millones de euros, para superar ese importe sería preciso regresar a los niveles propios de la puesta en marcha del rescate bancario aprobado por la UE en el verano de 2012. En el año 2009 se canalizaron 38.611,6 millones de euros en el que hasta ahora el ejercicio con menos dinero movilizado en toda la crisis. Es decir, para quedarse por encima de esos volúmenes sería necesario que en diciembre se movilizaran más de 4.710 millones una cifra que en todo el año solo se ha superado una vez, en enero. Tres sectores representan prácticamente el 70% de todo el capital movilizado, se trata del segmento de actividades financieras y seguros, con 9.459,33 millones de euros en los 11 primeros meses del año (-35,8% comparado con el año pasado); actividades inmobiliarias, con 6.878,02 millones de euros (+29,9%) y la construcción, con 6.872,64 millones de euros (+19,2%). Estos datos de ampliaciones de capital nos hablan de un cambio de ciclo que abordaremos a continuación.
Desde 2008 hasta la fecha, las sociedades mercantiles españolas han ampliado capital por un importe total de unos 423.180 millones de euros, la mayor parte de ese volumen se concentró entre los años 2011 y 2013, donde se llegaron a registrar 217.978,15 millones de euros. Se trata, sin duda, de los peores años de la crisis, donde más se intensificó la destrucción de empleo, la caída del consumo y la actividad y donde el acceso a la financiación fue más complicado. En el ejercicio 2015, el panorama económico es muy diferente, no solo se trata ya del efecto de la conclusión del rescate bancario (es significativa la caída en términos nominales, excluidas las posibles primas de emisión, del sector financiero) sino que hay otros factores que influyen en el menor saldo de capital registrado a través de ampliaciones de capital.
Por un lado, el BCE está inyectando en la economía de la eurozona 60.000 millones de euros mensuales y lo seguirá haciendo al menos hasta marzo de 2017. Un programa de expansión cuantitativa que, por esas fechas, habrá supuesto el desembolso de al menos 1,5 billones de euros, de los que aproximadamente un 15% van destinados a la compra de activos españoles. A esos importes habría que sumar al menos otros 680.000 millones de euros en reinversiones de activos comprados, es decir, un total de 2,2 billones de euros, más de dos veces el PIB de España. A esto se añade una agresiva política monetaria convencional, con tipos de interés a cero. El resultado es que hoy el crédito bancario ha mejorado de forma espectacular en términos de accesibilidad y coste, lo que hace mucho menos necesario recurrir a la fórmula de las ampliaciones de capital. Por otra parte, el coste de acceder a los mercados de capitales mediante la emisión de deuda también es más bajo, lo que suma otro elemento adicional contra las ampliaciones de capitales. Pero el cambio de tendencia de la economía es también otro de los elementos esenciales para entender esta evolución.
Los resultados de las empresas están mejorando, lo que también se traduce en que la necesidad de acudir a las ampliaciones de capital es menor. Por otra parte, no se puede obviar que la estadística de ampliaciones está muy relacionada con las llamadas operaciones acordeón. Se trata de operaciones prácticamente simultáneas en el tiempo, por la que una empresa en una situación de fuertes pérdidas se ve obligada a reducir capital para no caer en causa legal de disolución y a continuación efectúa una ampliación para poder continuar con su actividad. En un entorno económico más benigno, la necesidad de recurrir a la fórmula de las operaciones acordeón se reduce. En conclusión, las ampliaciones no solo están relacionadas con expansión de la actividad, compras, financiación, o fortalecimiento de los balances, sino también con empresas que pasan por grandes problemas y que luchan por continuar adelante. Con todo, la economía española aún no está fuera de peligro. El sudoku parlamentario como resultado de las elecciones generales del 20-D añade más incertidumbre al panorama.
Gabinete de Estudios Económicos de axesor