Las operaciones de ampliaciones de capital por parte de sociedades mercantiles españolas están corrigiendo la tendencia bajista con la que empezaron el año. Solo en agosto, el volumen captado por ampliaciones aumentó un 60,6% hasta alcanzar los 1.886,75 millones de euros, según los datos recopilados por nuestro Gabinete de Estudios Económicos. En el detalle de las cifras destaca la pujanza del sector inmobiliario, que movilizó en agosto pasado 677,39 millones de euros, un incremento del 140,3% sobre el mismo mes de 2014; se trata del mejor mes de agosto desde el año 2012, entonces se superaron los 1.000 millones de euros. Las cifras acumuladas por el negocio inmobiliario en los ocho primeros meses del año se elevan a 5.868,3 millones de euros, casi 1.700 millones más que en el mismo periodo del ejercicio pasado y el mayor volumen acumulado en ese plazo de tiempo desde el año 2011. El segmento de actividades inmobiliarias ha mejorado en su comparativa interanual en seis de los ocho primeros meses del año y sube un 40,3% en el balance acumulado. Todo un síntoma, máxime cuando los importes canalizados a través de ampliaciones de capital retroceden en 11 de los 17 sectores. De hecho, la actividad inmobiliaria es ahora la segunda más importante del tejido empresarial español, solo superada por el segmento de actividades financieras, cuyos importes rebasan los 6.900 millones de euros. Hace un año por estas fechas, los volúmenes que acumulaba la banca eran más del triple que los del segmento inmobiliario. La recuperación económica de España es un hecho que se consolida mes a mes; en esta nueva tendencia resulta llamativo que un sector que está exhibiendo un dinamismo particular sea precisamente el mismo que está en el germen de una severa crisis de la que nuestra economía aún no ha terminado de salir.
Se suceden estadísticas que parecen confirmar la recuperación del ladrillo. Así, el precio de la vivienda experimentó en el segundo trimestre del año un incremento en tasa interanual del 4,2%, que llega hasta el 4,9% en el caso de la vivienda nueva, según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística); se trata del mayor aumento en ocho años. Además, es la primera vez desde 2007 en que el precio de la vivienda sube en todas las comunidades autónomas, toda una señal de reactivación. En el segundo trimestre del año se registraron 104.530 transacciones inmobiliarias, es la primera vez desde 2010 que se venden más de 100.000 casas en ese periodo. La concesión de hipotecas también está creciendo a ritmos de dos dígitos. Pero no debemos olvidar que el propio índice de precios se encuentra en 67,3 puntos; en 2011, cuando ya se acumulaban tres años de corrección de los precios, era de 85,2 puntos, es decir, que los precios aún están un 21% por debajo de aquellos niveles. Por otra parte, de acuerdo con las estimaciones del Ministerio de Fomento, en España aún hay un stock de más de medio millón de viviendas de obra nueva sin vender y un parque inmobiliario de aproximadamente 25,5 millones de viviendas.
Adicionalmente, a pesar de que España ha liderado el desapalancamiento privado a nivel mundial, nuestro país aún tiene un volumen de deuda ingente que se cifra en torno a un 280% del PIB, lo que nos mantiene como una de las economías desarrolladas más endeudadas del mundo. Eso sin olvidar que hay más de cuatro millones de desempleados y que la mejoría experimentada en los últimos meses no ha logrado que la tasa de paro baje del 22%. Por todo ello, en principio y pese a los indicios claros de recuperación, no cabría anticipar pues en que vayamos a vivir a corto plazo una repetición del célebre episodio de la burbuja inmobiliaria.
La otra cara del sector del ladrillo, la construcción, también está experimentando un nuevo empuje en los últimos meses. Las empresas constructoras han movilizado vía ampliaciones de capital 3.547,2 millones de euros en lo que va de año, unos importes que aún son un 26,1% inferiores a los de 2014. Pero lo interesante es que el sector lleva tres meses seguidos al alza. En el mes de agosto movilizó 226,7 millones de euros, prácticamente el doble que el año pasado y la mejor cifra para ese mes desde 2012. En el último trimestre, la construcción captó 1.371,15 millones de euros, frente a los 994,25 millones de 2014.
En los últimos tres meses, las sociedades mercantiles españolas movilizaron 8.385,6 millones de euros en términos nominales (sin tener en cuenta eventuales primas de emisión, habituales en las ampliaciones de empresas que cotizan en Bolsa). La suma de constructoras e inmobiliarias representa un 48,8% de todo ese capital: 4.090,99 millones de euros. En el segundo trimestre del año 2014, el tejido empresarial español atrajo 7.411,9 millones de euros vía ampliaciones, de los que 2.601,4 correspondieron al ladrillo, un 35% del total. De un año a otro, la representatividad del ladrillo ha crecido casi 14 puntos porcentuales. Los próximos meses serán decisivos para determinar el alcance real de la incipiente reactivación inmobiliaria y de la construcción y su peso en la economía española, ahora que el consenso de mercado apuesta por un crecimiento del PIB de alrededor del 3%.
Gabinete de Estudios Económicos de axesor