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El desplome de los concursos de acreedores en España

El desplome de los concursos de acreedores en España

Los concursos de acreedores volvieron a retroceder el pasado mes de junio, según el análisis realizado por nuestro Gabinete de Estudios Económicos. Se iniciaron 424 procesos formales de insolvencia por parte de sociedades mercantiles, lo que supone un retroceso del 23,6% respecto a junio de 2014. El balance de los seis primeros meses es igualmente promisorio: 2.745 concursos de acreedores, frente a los 3.553 del año pasado (-22,7%). El promedio mensual es de 458 y si se mantiene en el resto del año (es de esperar que sí, porque los meses de julio y agosto suelen ser los más flojos del ejercicio), la estadística concursal podría terminar 2015 en el entorno de los 5.500 casos, algo que no se ha visto desde el año 2011. Se cumplen 20 meses consecutivos de caída de la tasa concursal en la comparativa con el mismo mes del ejercicio anterior. Aunque en este primer semestre se han declarado ya más concursos como en todo el ejercicio 2008 (2.590), también es cierto que el promedio actual es 44,6% inferior al del primer semestre de 2013 (828 al mes), que fue el peor de toda la crisis.

Uno de los elementos esenciales es la evolución del sector constructor. Desde el año 2008 hasta la fecha, se han dado 42.860 concursos, de los que 13.456 ha tenido lugar en la construcción, es decir, el 31,4% del total nacional, prácticamente uno de cada tres. Sin embargo, el promedio actual de concursos en el sector de la construcción es un 46% inferior al que tenía lugar en 2013. Si se mantienen los parámetros actuales, la construcción cerrará el año en el entorno de los 1.400 concursos, regresando así a los niveles más bajos desde 2008, si bien entonces el número de concursos fue de 912, con lo que todavía hay un largo recorrido hasta llegar a la normalización en este sector. Pero si en 2008 el peso de la construcción en la estadística concursal era del 35,2%, hoy es el 25,8%, casi 10 puntos menos.

Otra de las actividades que está jugando un papel importante a la hora de atajar el crecimiento de la estadística concursal es la industria manufacturera. En lo que va de año se han iniciado 381 procesos en este sector, una cifra que es un 35,9% menor que la de 2014 y un 50% menos sobre el difícil año 2013. Su evolución es similar a la de la construcción, si mantuviera los ratios actuales, terminaría el ejercicio con menos de 800 nuevos concursos, lo que también resultaría la cifra más baja desde 2008 (558). La industria manufacturera ha pasado unos tiempos difíciles, con cuatro años consecutivos por encima de los 1.000 registros anuales.

El tercer gran sector de la estadística concursal es el de comercio y distribución, que también ha experimentado una mejoría notable, si bien no al mismo ritmo que la construcción o la industria manufacturera. Aunque los concursos han caído un 20,6% (572) respecto al primer semestre de 2014, hay probabilidades ciertas de que la estadística vuelva a cerrar por encima de los 1.000 procesos formales por cuarto año consecutivo. En 2008 se dieron en el conjunto del año 399 casos, con lo que los ritmos actuales en esta actividad son todavía un 189% superiores a los que había al comienzo de la crisis.

Así pues, los tres sectores que determinan numéricamente la evolución concursal en España experimentan descensos pero van a ritmos muy diferentes. En todo caso, la fehaciente recuperación de la actividad económica permite aventurar que el ritmo de declaración de concursos continuará suavizándose, aunque aún se está muy lejos de regresar a los niveles de 2008, cuando el saldo anual total fue de 2.590 procesos. De hecho, no hay hoy ningún sector que esté mejor que en 2008. En todo caso, el número de concursos en relación al tejido empresarial sigue siendo muy bajo en España en comparación con otros grandes países de la eurozona y eso se debe, entre otras cosas, a que recurrir al concurso de acreedores siempre se ha visto en España como un estigma y como una medida desesperada, a la que se llega generalmente demasiado tarde, hasta el punto de que más del 90% de los concursos concluyen sin acuerdo y con el cierre de la empresa en cuestión. Es de esperar que la sucesión de reformas aprobadas en los últimos años sirvan para que el concurso de acreedores se convierta en una auténtica segunda oportunidad para los empresarios y contribuyan a una modernización y mayor dinamismo del tejido empresarial nacional.

 

Gabinete de Estudios Económicos de axesor
Categorías: Radar Empresarial

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