Que el panorama concursal ha mejorado notablemente en España es algo incuestionable. Los últimos datos recopilados por nuestro Gabinete de Estudios Económicos ponen de manifiesto que la estadística concursal acumula 18 meses consecutivos de caída en la comparativa interanual. Esta mejora no quiere decir ni mucho menos que se esté cerca de la normalización, el balance de los cuatro primeros meses es de 1.842 procesos formales de insolvencia iniciados por parte de sociedades mercantiles. La cifra representa una caída del 24,9% respecto al mismo periodo de tiempo del año pasado, pero aún es 3,6 veces superior a los niveles que se registraban en el ejercicio 2008, el año que marca el comienzo oficial de la crisis y son todavía superiores a los de los tres años siguientes. Es decir, la estadística concursal se mueve en niveles similares a los de 2012, pero no está ni mucho menos cerca de aproximarse a los niveles previos a la crisis económica.
Para hacerse una idea, en el balance total de 2005 el número de concursos iniciados por sociedades mercantiles fue de 833, mientras que en 2006 llegó a 855 y en 2007, a 938. Por otra parte, pese a los cambios legales introducidos por el Gobierno, el procedimiento concursal sigue sin constituir una “segunda oportunidad” para los empresarios, como ocurre en los países anglosajones, sino un estigma a evitar, de manera que cuando una compañía se acoge al proceso concursal suele ser demasiado tarde para acometer una reestructuración y llegar a un acuerdo que dé viabilidad a la sociedad. De hecho, aunque ha mejorado notablemente respecto al periodo 2010-2013, cuando la crisis económica iba cogiendo velocidad, el porcentaje de procesos concursales que finalizaron en convenio se situó en el 9,15% al cierre de 2014 y en los cuatro primeros meses del año rondó el 8,4%; así que más del 90% de los concursos desembocan en el cierre de la empresa.
El peso de las seis grandes comunidades
Son seis las comunidades autónomas que determinan el signo de la estadística concursal. Se trata de Madrid, Cataluña, Valencia, Andalucía, País Vasco y Galicia. Juntas suman 1.427 concursos en lo que va de año, un 77,5% del total. Para todas ellas, el peor momento fue el año 2013, en el que se marcó un récord histórico de 8.823 insolvencias judiciales y en el que precisamente empezó a iniciarse el punto de inflexión que dura hasta la fecha, ocurrió en el mes de noviembre, cuando el número de concursos registrados (701), supuso un descenso del 16,4% respecto a noviembre de 2012. En todo caso, el balance de aquel ejercicio dio como resultado el mayor número de concursos desde que la Ley de 2004 unificó quiebras y suspensiones de pagos bajo la misma figura. En lo que se refiere a los cuatro primeros meses del año, las seis mayores comunidades registraron en 2013 2.547 concursos, un 76% del total, lo que pone de manifiesto que su relevancia se ha mantenido en niveles similares a lo largo del tiempo (en 2008 era el 82,5%). Las seis comunidades autónomas analizadas han experimentado importantes descensos respecto a 2013.
De entre las grandes comunidades, la que ha experimentado un ajuste mayor es Madrid: en el periodo comprendido entre enero y abril de este año, Madrid ha registrado 335 procesos formales de insolvencia, la cifra es un 54% inferior a la del mismo plazo de tiempo en el ejercicio 2013. Se da la circunstancia de que en el pasado mes de abril, los concursos iniciados (83) crecieron en la comparativa interanual por primera vez en siete meses (+1,2%). La segunda comunidad con un mayor ajuste es el País Vasco, donde los 126 concursos del periodo enero-abril representan un 45,9% menos que en el mismo plazo de tiempo de 2013. En tercer lugar, se encuentra Cataluña, donde los 361 casos consignados equivalen a un 44,7% menos que en 2013. Eso sí, Cataluña es la comunidad que está más cerca de normalizar su tasa concursal, ya que es la única que está al nivel más bajo desde 2008 para el periodo analizado; el resto oscilan entre 2010 (País Vasco) y 2012 (Madrid). El descenso en Valencia es del 39,65%, con 277 concursos frente a los 459 de 2013 para el periodo enero-abril. Por último, la caída en Andalucía (202 concursos registrados) y Galicia (126) es idéntica, el 30,5%.
A pesar de que, como acabamos de mencionar, Cataluña es la que está más cerca de recuperar los niveles de 2008, el ritmo de declaración de concursos en esta comunidad es todavía el triple del que era hace siete años, lo que deja a las claras que el camino hacia la normalización de los concursos tiene todavía un recorrido muy largo por delante. En cualquier caso, la tasa concursal en España es sensiblemente inferior al promedio europeo, no porque la salud del tejido empresarial español sea mejor, sino precisamente por la falta de oportunidades que aún caracteriza a las empresas españolas que entran en concurso. En conclusión, a pesar de la mejoría general del tono económico de España, del que la estadística concursal es una muestra evidente, el riesgo empresarial (en particular, el riesgo de crédito) sigue estando muy presente, por lo que la gestión profesionalizada del riesgo debe de ser una prioridad en el día a día de las empresas.
Gabinete de Estudios Económicos de axesor