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Grecia es la pieza perdida de otro puzle mucho más importante para el mercado

Grecia la pieza perdida de otro puzzle importante del mercado

“La escisión de Grecia del euro puede ser incluso más positiva que su dilución en la Unión Europea a medio plazo”. La frase es de esta misma semana de uno de esos gestores con boato que nunca se dejan ver pero que como ha cambiado de escudería está como Fernando Alonso socializándose y tiene que defender los parabienes de su McLaren. Pero lo que verdaderamente me llama la atención es que tratándose de uno de los popes de la gestión europea comentaba que él hace la siguiente pregunta a quien cree que conoce el mercado con profundidad. “¿Después de todo lo que estamos viviendo con Grecia qué compañías helenas conoces? Sin respuesta en algunos casos, los que más idea tienen las cuentan con los dedos de la mano. Conclusión: Grecia no sería nunca España o Italia. Cualquier gestor de medio pelaje se conoce cuarenta o cincuenta compañías de estos países, y no estamos hablando solo de sus nombres. Se las conocen al dedillo”.

Grecia se ha convertido en la pieza que no encaja de un puzle que está a punto de resolverse y que tiene dimensiones para el mundo de la inversión de mayor trascendencia. Los mercados están distraídos del epicentro de la guerra mientras se resuelve el pulso entre el postureo del tándem Tsipras/Varufakis (el segundo con trajes de Armani y cuellos subidos), y la imagen de inflexibilidad que defiende Europa desde Berlín, pero que aceptaría cualquier solución que pase por dar una patada hacia adelante al problema griego (siempre pagando la deuda). Grecia necesita una “solución honorable” para que Bruselas siga reconociendo la deuda, y Syriza cuente en Atenas que han conseguido meter en Troya un caballo.

¿Pero cuál es en mi opinión el frente principal de la guerra? Por supuesto no es Grecia. El frente principal de la guerra es la normalización del concepto de prima de riesgo. No entendida como la diferencia que paga la deuda española sobre la alemana. Entendida como la diferencia que debe ofrecer la Bolsa sobre la renta fija. En el momento en el que las curvas de la deuda dejen de dar insospechadas alegrías a sus compradores, cuando la liquidez deje de ser una trampa para quienes no estén montados a la grupa de las curvas del bono americano o alemán, se desmontará el motor que hoy alimenta la renta fija y que no es otro que la primera ley de la economía: la oferta es muy inferior a la demanda. Una anécdota, la banca privada hoy no es capaz de comprar a sus clientes emisiones de cocos porque los devoran antes los institucionales. Así está el patio.

Pero este paradigma está a punto de cambiar y será entonces cuando replantearemos cuál es la prima de riesgo que se debe pagar por estar en Bolsa. Y seguro que es muy inferior a la que hemos manejado en los últimos años. Entonces asistiremos a un trasvase de lo que ha ocurrido con la renta fija a la variable porque no se compra cuando las cosas están baratas, se comprará porque la demanda será insatisfecha frente a la oferta. Aunque se paguen multiplicadores más elevados por el beneficio de las empresas que hace años.

El ejemplo más evidente de que esto puede ocurrir es Aena. En el mes de febrero el mercado se ha zampado el papel de una compañía de dividendo aceptable, con ingresos crecientes y predecibles. Una demanda fuertemente insatisfecha que nada tiene que ver con la del mes de octubre, cuando los inversores americanos rehusaban los encuentros de premercado al salir sin descuento frente a sus comparables. ¿Por qué el cambio de apreciación? Por el simple hecho de que en octubre se dudaba del QE europeo y hoy es el doble en cantidad (un billón de euros) de lo que esperaba el mercado en enero.La visión que hay en EEUU sobre una compañía como es Aena ha cambiado radicalmente en un trimestre gracias a los bancos de inversión. A la vuelta del verano no se entendía demasiado bien el concepto de su negocio, y ahora los compradores han devorado sus títulos. El road show de la compañía fue bien en Europa pero donde verdaderamente se disparó el interés fue en EEUU. Los inversores americanos se han dado cuenta de que es justificable pagar una prima por el líder de red de aeropuertos en el mundo. Incluso se rumorea que la banca de inversión ya trabaja en el valor bursátil de algún aeropuerto en EEUU, que dependen de las autoridades estatales. ¿Qué valdría el JFK si se privatizase en su totalidad?

¿Qué supone para el mercado que una compañía española PÚBLICA, reitero Pública, haya protagonizado la mejor privatización para la banca de inversión mundial en años? El valor tiene unas consecuencias desproporcionadas porque rompe con la idea de que en España se dilapida en dinero en manos del Estado. Una nueva dimensión a la que se añade la fortaleza del dólar para el comprador estadounidense en el mercado europeo. Los inversores americanos han redescubierto Europa como terreno en el que operar, y España será un mercado en el que desplegarán su dinero sin importarles que esté caro o barato, simplemente comprarán porque su ecuación riesgo rentabilidad será más favorable. Y esto último, independientemente de lo que ocurra con Grecia.

 

Joaquín Gómez, Adjunto al Director, diario El Economista

Joaquín Gómez se incorporó como miembro fundador del diario El Economista en septiembre de 2005 y también es colaborador de tertulias en Intereconomía, RNE y Telecinco. Anteriormente, trabajó en Expansión, La Razón, Actualidad Económica y el Diario Ya. Joaquín Gómez es promotor de los índices Eco10 Stoxx, de Bolsa española, y Eco 30, un índice bursátil mundial, desarrollado en colaboración con FactSet y Stoxx.

Categorías: Temas empresariales

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