La iniciativa emprendedora aumentó en España un 10% el pasado mes de febrero, comparada con el mismo mes del año pasado, y un 3,54% en la suma de los meses de enero y febrero, de acuerdo con los datos recopilados por nuestro Gabinete de Estudios. En febrero se dieron de alta 9.182 sociedades y en el cómputo de los dos primeros meses de 2014, la cifra de registros se eleva a 17.169. El capital suscrito ha sido muy elevado, en febrero se superaron los 1.235 millones de euros (un 129% más que 12 meses antes) y eso ha llevado a que en los dos primeros meses del año se haya alcanzado ya un importe de 1.788,34 millones de euros. Pero detrás de estas cifras hay una gran distorsión, que es la constitución de una única entidad financiera, con un capital de 800 millones de euros. En consecuencia, si eliminamos de la estadística a la totalidad del sector de Actividades Financieras y de Seguros, el resultado sería muy diferente: en febrero se habrían creado 8.872 compañías, pertenecientes a lo que se suele denominar como economía real, con una aportación de capital de 303,26 millones de euros. Es decir, el número de empresas creadas habría aumentado un 8,9% en tasa interanual, mientras que el dinero empleado para su fundación habría descendido un 32,7%. En la suma de enero y febrero, la dinámica es parecida: 16.541 entidades pertenecientes a la economía real, con un volumen de capital suscrito de 734,29 millones de euros, un 34,15% menos que en el mismo periodo de 2013.
Haciendo un cálculo rápido, si en febrero de 2013 el capital medio aportado para cada inscripción se situaba en 55.343 euros, este año el capital medio ha descendido a 34.182 euros. A este dato hay que añadir la circunstancia de que existe mucha disparidad entre unas compañías y otras, por lo que se puede aventurar que el importe medio mayoritario pudo ser en realidad sensiblemente inferior a esos poco más de 34.000 euros. La primera conclusión que se extrae a partir de estos datos es que las nuevas sociedades que se registran en España son cada vez más pequeñas. La clave para el éxito de la iniciativa emprendedora reside en que estos negocios sean capaces de sobrevivir a los primeros años de andadura, que suelen ser particularmente difíciles. En el entorno económico actual, esta supervivencia vendrá determinada en buena medida por su eficiencia y productividad por un lado, y, por otro, por su capacidad de acceso a financiación. Dos elementos para los que una dimensión reducida no suele suponer una ventaja, sino todo lo contrario.
En Andalucía, por ejemplo, se crearon más de 44.000 empresas entre los años 2011 y 2013, a pesar de la contracción económica y el incremento del desempleo experimentados durante ese periodo. El año 2014 parece ir por una tendencia similar. Solo entre enero y febrero se inscribieron 2.906 nuevas compañías. El dato supone un incremento del 5% respecto al mismo periodo del año pasado. Aunque aún es demasiado pronto para aventurar hipótesis, si se mantuviera este ritmo emprendedor durante el conjunto el año, el resultado sería que 2014 se saldaría con más de 17.400 nuevas empresas mercantiles registradas, devolviendo a la comunidad autónoma a los niveles de actividad previos a la crisis. Sin embargo, el capital aportado para la constitución de estas nuevas sociedades matiza notablemente los datos. El dinero dispuesto para la iniciativa emprendedora suma entre enero y febrero 152,15 millones de euros, un 67,4% menos que en el mismo periodo de tiempo que el año pasado. Ninguna otra gran comunidad ha sufrido un descenso semejante en la partida del capital suscrito.
Solo hay cuatro regiones en las que se hayan creado más de 1.000 empresas en el conjunto de los dos primeros meses del año. Se trata de Madrid (3.768 constituciones, un 9,34% más que en 2013); Cataluña (3.328, un aumento del 6,9%); la mencionada Andalucía, con 2.906, y,bastante más lejos, Valencia, con 1.954 inscripciones (la única de las cuatro donde baja el número de nuevos registros, un 1,26%). Estas cuatro comunidades representan, con 1.441,41 millones de euros, el 80,6% de todo el dinero aportado en los dos primeros meses del año para la actividad emprendedora, siempre referida a la constitución de sociedades mercantiles. Es decir, quedan 346,89 millones repartidos de forma desigual entre 13 comunidades autónomas, pues solo Murcia y el País Vasco ya se llevan respectivamente 75,5 y 74,17 millones de euros.
Ni la crisis ni la mejora de la iniciativa emprendedora (de acuerdo con los datos recopilados por nuestro servicio de estudios en 2013 se registraron 93.781 nuevas altas, un 5,6% más que en 2012) han provocado un cambio sustancial en el perfil del tipo de empresas que se mayoritariamente se crean. Los cinco sectores líderes en los dos primeros meses de 2014 son los mismos que hace seis años: Comercio (22,08%); Construcción (17,18%); Actividades Profesionales Científicas y Técnicas (11,88%); Hostelería (8,35%) e Inmobiliarias (7,03%). Juntos suman el 66,5% del total. En 2008 estos cinco sectores suponían el 63,5%. Sin embargo, los cimientos sobre los que se edifique la recuperación no pueden ser los mismos que había cuando España entró en crisis; la capacidad de internacionalización será ahora la clave para el futuro emprendedor.
Gabinete de Estudios Económicos de axesor