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El año de las plusmarcas nacionales de financiación

FinanciacionLa necesidad de los equipos financieros por demostrar ser los mejores está recogiendo titulares históricos en la prensa española. En el último mes se han atropellado las compañías por establecer el récord del coste de financiación más barato del mercado nacional entre los plazos medios de colocación (entre los cinco y diez años). El interés por encontrar un hueco de notoriedad ha llevado a compañías como Iberdrola a emitir a siete años ‘y medio’ para establecer su propia plusmarca y salir bien parada en la foto.

Aunque el verdadero objetivo de toda esta avalancha de emisiones a precios bajos es reducir los costes financieros, aprovechando el bajo precio del dinero, a través de una complicada ingeniería financiera que en la práctica consiste en amortizar deuda cara (emitida en mercado o financiación bancaria) por otra nueva más barata. El ejemplo de esto último es el propio El Corte Inglés, que para coger las mejores condiciones existentes en el mercado para reducir su complicada situación financiera ha contratado a Morgan Stanley para iniciar un proceso de reestructuración de su deuda por 5.000 millones de euros

El bono de Abertis, el ‘Usain Bolt’ del mercado de deuda

Pero si hay una referencia para el mercado de deuda, como en los Juegos Olímpicos o en los Campeonatos del Mundo son los cien metros lisos dónde la plusmarca es incluso memorizada por gente ajena a este deporte (9,58 segundos del jamaicano Usain Bolt en el mundial de atletismo de Berlín de 2009), ésta es la emisión a diez años. Es más, habitualmente ni siquiera se habla de la referencia de un bono porque si no se hace, lleva implícita la demarcación temporal de la década. Quien se ha apuntado la plusmarca del diez años es Abertis. La concesionaria ha aprovechado la relajación que vive el mercado de deuda para lanzar una emisión de bonos corporativos a una década por importe de 600 millones de euros, por los que ofrecerá un interés anual del 3,75 por ciento; un interés que arrebata el récord de 2013 que había logrado Gas Natural, al 3,875. Se trata de la rentabilidad más baja que se paga por la deuda a una década en el mercado desde junio de 2005. Por entonces, fue Iberdrola la encargada de hacer historia al desembolsar un 3,5 por ciento en ese mismo vencimiento.

El 3,75 por ciento pagado por Abertis rebaja en un punto el 4,75 por ciento que pagó en octubre de 2012 por colocar una emisión de bonos a seis años por importe de 750 millones de euros entre inversores cualificados. Con los fondos obtenidos, el grupo refinanciará sus vencimientos de deuda a corto plazo, de forma que no tendrá necesidad de financiación  hasta al menos 2016. Lo sorprendente es que Abertis, con un rating un peldaño por encima del Reino de España, se ha financiado tres cuartos de punto por debajo del Tesoro. También resulta llamativo que Abertis a diez años ha logrado un récord mayor que el establecido en deuda a nueve años por Red Eléctrica en enero, al 3,875%.

Pero esta carrera en la que se corre a favor de los accionistas de las compañías no está tan claro que sea buena para los bonistas, que se apresuran en cazar estas rentabilidades como si fuesen las últimas piezas antes de que acabe la veda, sin pensar que llegarán otras temporadas con el precio del dinero al alza convirtiendo estas emisiones en papel de difícil colocación. Basta con repasar el historial de colocaciones recientemente visto. La plusmarca absoluta se la ha llevado, de momento, Red Eléctrica al asumir un interés de sólo el 2,464% por vender bonos a seis años. También otras empresas como Repsol y Telefónica han batido sus anteriores récords. La petrolera, con títulos a siete años a un precio del 2,713% (también récord nacional) y la teleco, desembolsando un 2,736% por bonos a seis años. Es curioso que Repsol ha salido al mercado pagando un interés más bajo con una peor calificación crediticia.

El rating de REPSOL

El perfil de Repsol es muy claro: está reduciendo sus compromisos financieros y lo que paga cada vez es más bajo, lo que le aboca en algún momento a una mejora de rating. Desde comienzos de año, la petrolera se ha propuesto aligerar sus cargas financieras a través de distintas desinversiones, como la venta de su negocio de Gas Natural Licuado (GNL) a Shell, que según los expertos hacen de ella una opción con muchas posibilidades para recibir una mejora de calificación crediticia en las próximas fechas. Por el momento, los efectos de sus políticas se notan ya en las estimaciones de los expertos. Laprueba es que el consenso de mercado, recogido por FactSet, ha revisado más de un 20% a la baja la estimación de deuda de la petrolera desde que empezó el ejercicio hasta ahora, que espera que cierre el año con unos compromisos financieros inferior a los 10.000 millones de euros -en esta estimación se incluye la deuda de Gas Natural de la que controla el 30%. Sin embargo, la perspectiva de una mejora en el cambio de rating es un junco que se mueve en la dirección del viento y cualquier noticia cambia su posición. Tras anunciar Repsol la recompra por el 97,5 por ciento de sus 3.000 millones en preferentes en un canje mixto en el que se incluirá efectivo y bonos, no está claro que ocurrirá con su rating hasta que se conozca el número de inversores que opten por la deuda.

Ferrovial rebasa a España

Ferrovial también ha aprovechado su reciente subida de rating para salir al mercado en busca de financiación. La deuda a largo plazo de la compañía cuenta desde el 9 de mayo con una calificación superior a la del propio Reino de España por parte de Standard & Poor’s. La agencia elevó la nota crediticia de Ferrovial hasta BBB, desde BBB-, con lo que sitúa su solvencia un escalón por encima de la deuda pública española. Con esta mejor carta de presentación, la compañía que preside Rafael del Pino ha captado 500 millones de euros a través de una emisión de bonos a 8 años, otro récord nacional.

Aunque el ejemplo más llamativo de todos los récords de financiación es el de Prosegur. La compañía es quien se financia más barato, sin estar en la gran liga del Ibex y sin tener experiencia en partidos internacionales. Captó 500 millones, como si pusiera caramelos en la puerta de un colegio, en bonos a 5 años al 2,75 por ciento, cancelando financiación bancaria en Brasil al 9 por ciento. La primera orden del libro la dio Pimco por 125 millones y la segunda Morgan Stanley por 50 millones. ¿Por qué se financia tan barato? Los analistas lo justifican en que la trayectoria es intachable (va camino de multiplicar por diez su beneficio en una década), no hay deuda de este sector en el mercado (es la segunda compañía por capitalización), y debe sólo una vez y media su beneficio bruto. El negocio en España es ya el tercero en la cuenta de resultados, por detrás de Brasil y Argentina; en Perú y Colombia crece con fuerza; y es la única empresa no local con licencia de vigilancia en China.

Joaquín Gómez, Adjunto al Director, diario El Economista

Joaquín Gómez se incorporó como miembro fundador del diario El Economista en septiembre de 2005 y también es colaborador de tertulias en Intereconomía, RNE y Telecinco. Anteriormente, trabajó en Expansión, La Razón, Actualidad Económica y el Diario Ya. Joaquín Gómez es promotor de los índices Eco10 Stoxx, de Bolsa española, y Eco 30, un índice bursátil mundial, desarrollado en colaboración con FacSet y Stoxx.

 


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