La segunda ola del Covid 19 se extiende con intensidad en todo el continente y con mucha fuerza en España, provocando nuevas restricciones en pequeñas y medianas empresas. En este contexto, con unos ingresos y facturación que siguen sin recuperarse, aquellos que recibieron un ICO con seis meses de carencia tienen que hacer frente al primero de los pagos del préstamo, algo que está provocando mucha preocupación entre pymes y autónomos. Lo cierto es que la mayor parte de las operaciones se han contratado con 12 meses de carencia, es decir, el primer cumplimiento llegaría en abril, pero el panorama para entonces tampoco es nada halagüeño.
Recordemos que durante la carencia se pagan cuotas solo de intereses, y cuando se acaba este periodo se tiene que empezar a devolver el capital prestado (cuotas mixtas de capital e intereses). “La obligación del prestatario es pagar la cuota, y la entidad financiera puede reclamar el pago, aunque de entrada entendemos que será por la vía amistosa”, explica Luis Fernando Conde, Asociado y Responsable de Financiación del área de Gestión de Crisis AGM Abogados.