El Gobierno ha colocado nuevos guardarraíles para proteger el camino de piedras que conduce a la recuperación y frenar la caída en tromba por el precipicio de las suspensiones de pagos. El ministro de Economía, Luis de Guindos, fue el primero en apuntarse la medalla al mérito empresarial cuando anunció a primeros de año la aplicación de medidas urgentes para favorecer las refinanciaciones de compañías embriagadas por la borrachera de deuda durante los años de vino y rosas.
El Real Decreto-Ley 4/2014 entró en el BOE el pasado 8 de marzo bajo el palio de un acuerdo parlamentario inaudito para los tiempos que corren. Los principales grupos políticos no han desaprovechado la ocasión de retratarse con el traje de bombero en un intento unánime por apagar las llamas de la gran recesión económica. Son muchos los que dan por sofocado el fuego, pero los más cautos saben que las tareas de extinción no terminarán hasta que se apaguen los últimos rescoldos del incendio.